Hoy el mundo se ha vestido
de gala para asistir al nacimiento de una nueva era de movilidad eléctrica en
formato Premium con el estreno mundial del espectacular BMW i3, una revolución
en el mundo del automóvil, no sólo por su innovador diseño, la garantía del
puro placer de conducir, su concepción eléctrica y la
integración de la última tecnología conectada en red, sino también por el uso
de la fibra de carbono en su producción en serie.
Con el nuevo BMW i3, BMW
hace historia al ser el primer fabricante de automóviles del mundo en producir
en serie vehículos con fibra de carbono –material que es un 50% más ligero que
el acero y ofrece la misma resistencia-
ya que hasta la fecha estos procesos se consideraban excesivamente
costosos y con una producción demasiado complicada. Por ello hasta ahora su uso
se limitaba a la Fórmula 1 y a súper deportivos muy exclusivos fabricados de
manera artesanal. Sin embargo, después de 10 años de trabajo e investigación
constantes, BMW ha conseguido hacer que este sistema sea rentable y utilizable
en la producción en serie. El proceso aplicado es, por ello, único y los ciclos
de producción son extraordinariamente cortos, incluso si se trata de los
componentes más sofisticados.