El Toyota i-Road ha sido
diseñado para combinar las mejores prestaciones de las motos (maniobrabilidad,
ligereza, bajas emisiones de CO2 y bajo consumo de energía) y las de los coches
(habitáculo cerrado, seguridad y estabilidad). Por eso recientemente han
comenzado las pruebas en las instalaciones que tiene la marca nipona para
testar sus coches. La idea es extender estos ensayos a la ciudad francesa de
Grenoble ya que Toyota forma parte de un plan que la alcaldía ha inaugurado
este mes que consiste en el uso de estos vehículos a semejanza de las
bicicletas públicas.