Tomarse un café antes de ponerse al volante mejora la
capacidad de reacción de los conductores y los mantiene más centrados en la
carretera. Es la principal conclusión de un estudio que analiza la relación
entre tráfico y café. Pero hay que tener cuidado con la dosis, porque otro
estudio advierte del peligro para la salud si bebemos más de cinco tazas al
día.