El Autódromo de Terramar, situado en la localidad
barcelonesa de Sitges, albergó el primer premio internacional de la historia de
España el 28 de octubre de 1923, con una carrera inaugural de 600 km (300
vueltas al circuito de 2km). A partir de
entonces fue convirtiéndose en un referente en el mundo del motor, hasta que en
1955 cerró sus puertas. Hoy el circuito más antiguo de España cumple 90 años.