La crisis económica se potencia como la principal
responsable por la que los más jóvenes deciden ahora que sacarse el carnet de
moto es más bien un lujo a una prioridad.
Aunque las motos siempre han estado presentes tanto en
ciudades como en carreteras y la historia las ha postulado como un vehículo
ideal para manejarse en las distancias y podría ser una solución anticrisis en
esta difícil época, las distintas trabas que los conductores tienen que pasar
para obtener el permiso de conducción en este tipo de vehículos, ha hecho que esto que en un principio era
casi una prioridad entre los jóvenes, pase a ser un lujo exclusivo para unos
pocos.