Los automóviles de lujo franceses mantienen una larga historia de amor con la aventura y la competición.
Una trayectoria legendaria que arranca en los raid africanos de los años 20 hasta llegar al dominio absoluto del DS en los años 60 y la primera mitad de los 70, cuando las carreras aún se disputaban con automóviles estrictamente de serie en trazados infernales con muchos miles de kilómetros sobre carreteras, caminos de herradura, pistas de gravilla e, incluso, campo a través.