Desde el próximo día 1 de
noviembre de 2014 ya no será posible vender, en ningún estado miembro de la
Unión Europea, un coche o una furgoneta nuevos que no hayan salido de fábrica
con el Control Electrónico de Estabilidad, y la obligatoriedad de incorporar
este sistema se hará extensiva también al resto de vehículos, a excepción de
las motocicletas, conforme establece el Reglamento (CE) nº 661/2009.