Los neumáticos son el único
punto de contacto entre el coche y la carretera, por eso es fundamental que
estén en buen estado.
Por un lado hay que revisar el
desgaste de los neumáticos, que afecta al agarre de los mismos. Cuando están
por debajo de los 1,6 milímetros de profundidad hace que se multiplique la
distancia de frenado y que en algunos casos, como un aquaplanning, se pierda
prácticamente el contacto con el asfalto.
La profundidad del neumático
se puede comprobar de manera sencilla con una moneda de un euro.
Si el neumático lleva una
presión insuficiente, afecta al confort de la marcha, y se reduce su duración
hasta en un 25%. Además, aumenta el consumo de combustible entre un 5 y un 7%.