SIGNUS, que cuenta con el apoyo de estas asociaciones,
implantará medidas de control en los puntos de generación que generen dudas
razonables sobre la procedencia de los neumáticos usados que comercializan, en
lo que se refiere al cumplimiento de sus obligaciones medioambientales.
SIGNUS quiere mostrar su
preocupación por el perjuicio medioambiental que puede generar el creciente
aumento del mercado de reposición de neumáticos usados que no cumplen las exigencias previstas en el
Real Decreto 1619/2005 para garantizar la correcta gestión del residuo que se
genere tras su utilización.
En concreto, la venta de neumáticos usados adquiridos en
el extranjero o procedentes de los
desguaces tienen la consideración de
neumáticos de reposición y, por tanto, los responsables de su venta en España
tienen que adherirse a un SIG de NFU y abonar
(y repercutir al usuario final) la correspondiente cantidad para financiar la
recogida y correcta gestión del residuo que se genere tras su utilización como
ya están haciendo algunas de estas empresas.