Tras
el informe de la Organización Mundial de la Salud hecho público en 2012, en el
que se incluían los humos de la combustión de los vehículos de gasóleo entre
las sustancias cancerígenas, CONEPA pidió a las autoridades competentes que
investigasen el riesgo real de los operarios que trabajan en talleres.
Durante
2013, el INSHT ha realizado los trabajos preparatorios para analizar la
situación y tiene previsto el inicio de las actividades de campo en nuestro
sector este mismo año.
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