Los sistemas que se están diseñando para estos vehículos
prometen coches más seguros, pero existen algunas dudas en torno a esa búsqueda
de la seguridad.
Empresas como Google o Renault ya han mostrado prototipos
de coches autónomos, en lo que parece que es una de las vías de desarrollo del
mercado de la automoción. Los coches autónomos integrarían sistemas avanzados
que buscarían garantizar la seguridad de los conductores y conseguir una
circulación con menos accidentes.
La tecnología de los coches autónomos se basa en sensores
y cámaras que permitirían al vehículo mantener y respetar las normas de
circulación, al tiempo que analizarían el entorno para evitar accidentes. Sobre
el papel esta tecnología debería reducir los riesgos durante la circulación y convertir
a los coches autónomos en equipos más seguros. Sin embargo, en la práctica no
han tardado en aparecer dudas en torno a los coches autónomos y la seguridad.