Poner a punto un coche desde el salón de casa es cada vez
más fácil gracias a las casi infinitas oportunidades que ofrece Internet. Con
sólo un clic, cualquier conductor puede desde adquirir un coche hasta
deshacerse de él, pasando por reparar algún desperfecto o por superar la ITV,
sin siquiera poner una mano al volante.
Hasta hace no mucho, la relación entre la Red y el mundo
del automóvil quedaba limitada a la obtención de información acerca de marcas y
modelos de coches o, más reciente, a servicios como los comparadores de seguros
y, más tarde a la contratación directa de pólizas online.