En 1969 se presentó el Seat
1430, el lugar elegido el Salón del Automóvil de Barcelona. El 1430 era
vehículo que derivaba del Seat 124 con detalles estéticos y lujosos para la
época que lo situaba un peldaño por encima del 124. Este modelo no tenía
correspondencia en Fiat.
El 1430 destacaba por sus
detalles cromados a lo largo de toda la carrocería o las manecillas de las
puertas encastradas. El 1430 compartían plataforma, carrocería y mecánica con
el 124 aunque, con una mayor cilindrada y, por tanto, mayor potencia. Además,
el nuevo modelo disponía de alternador en lugar de dinamo, como llevaba el 124,
incluso en la versión lujo. El 1430 se distingue exteriormente del 124,
principalmente, por su frontal con faros dobles cuadrangulares, una calandra
cuya rejilla con rectángulos unidos y unos pilotos traseros de diferente diseño