El Alfa Romeo 33 vuelve a ser protagonista. La ocasión es el «Concorso d'Eleganza Villa d'Este», una de las citas internacionales imprescindibles más prestigiosas del sector para los amantes del automóvil.
Para celebrar el centenario de las 24 Horas de Le Mans, Alfa Romeo le rinde homenaje presentándose en la encantadora Villa Erba con dos coches icónicos que evocan inolvidables hazañas en el emblemático circuito francés: el 33/2 litros «Daytona» (1968) y el 33 TT 12 (1975).
La Tipo 33 es una familia de coches que dominó el panorama durante una década, de 1967 a 1977, no solo en la pista, sino también en la carretera. El 33 Stradale, versión homologada del 33 de carreras, sigue siendo un emblema de estilo para la marca, la máxima expresión de un diseño funcional y una belleza orientada a las prestaciones. En el imaginario colectivo, se identifica como uno de los coches más bellos del mundo.
Un lugar icónico que forma parte de la historia de la marca
El vínculo entre Alfa Romeo y el «Concorso d'eleganza Villa d'Este» nace de la profunda relación entre Milán, donde nació Alfa Romeo, y el Lago de Como, que siempre ha sido el salón aristocrático de la ciudad y un escaparate de la excelencia italiana a nivel internacional, sin perder su fuerza a lo largo del tiempo. Incluso cuando el mundo del automóvil empezó a centrarse en la producción en serie y el Concorso d'Eleganza se convirtió en el brillante recuerdo de una época irrepetible, Villa d'Este prestó su belleza a sesiones fotográficas, eventos, presentaciones y rallies, durante los cuales muchos de los coches históricos y concept cars de la marca fueron galardonados con prestigiosos premios.
El «Concorso d'Eleganza Villa d'Este» es uno de los acontecimientos más prestigiosos del sector (la primera edición se remonta a 1929). Este año, además de su tradicional y aristocrática sede de Cernobbio, el evento también contó con el encantador enclave de Villa Erba, donde tuvo lugar la celebración dedicada al centenario de las 24 Horas de Le Mans. De ahí el vínculo con Alfa Romeo, que decidió exponer dos joyas de su colección de época, el 33/2 litros «Daytona» (1968) y el 33 TT 12 (1975), ambos protagonistas en el asfalto francés.
El Alfa Romeo 33/2 litros «Daytona» es el emblema del noble espíritu deportivo de la marca, que, tras retirarse de la competición en 1951 al terminar el segundo de los dos Campeonatos del Mundo de F1 ganados con el «Alfetta» 158-159, reaparece en la escena internacional con Autodelta (1963), el departamento oficial de carreras de la casa milanesa, cuyo 60º aniversario se celebra este año.
Tras los éxitos iniciales con los vehículos de turismo, Autodelta decide dar el salto a la categoría de «prototipos», empezando por el «Tipo 33».
Los prototipos Sport están diseñados exclusivamente para la competición, equipados con motores y chasis extremadamente sofisticados y fabricados en los pocos ejemplares necesarios para obtener la homologación. Están equipados con un refinado y potente motor central de dos litros y 8 cilindros en V, que libera 270 CV y alcanza casi los 300 km/h.
La primera versión del 33/2 (donde 33 es el número del proyecto y 2 la cilindrada expresada en litros) gana la carrera en la que debuta en marzo de 1967, la carrera de subida de Fléron cerca de Lieja (Bélgica): el Alfa Romeo se lanza entonces en el Campeonato del Mundo de Sport Prototipos, obteniendo prestigiosas victorias en las duras carreras de resistencia, sobre todo en las 24 Horas de Daytona de 1968, donde consigue los tres primeros puestos de su categoría con las tripulaciones Vaccarella-Schütz, Andretti-Bianchi, Casoni-Biscardi-Zeccoli. Esta importante victoria supuso que el nombre del famoso circuito americano se añadiera al del Alfa Romeo 33/2. Los 33 obtuvieron excelentes resultados también en las 24 Horas de Le Mans -con otro triplete en la categoría- y en algunas competiciones consiguieron dominar la clasificación general incluso por delante de coches mucho más potentes: esto sucedió también en el Mugello, donde Vaccarella-Bianchi-Galli subieron al escalón más alto del podio.
La evolución del Proyecto 33 no se detuvo, y, finalmente, en 1975, Alfa Romeo consiguió hacer realidad su sueño de ganar el Campeonato del Mundo de Marcas. Protagonista de la aplastante superioridad es el Alfa Romeo 33 TT (Telaio Tubolare) 12, un coche equipado con un motor de tre litros y 12 cilindros en V de 180°, capaz de desarrollar 500 caballos y alcanzar los 330 km/h. Con grandes pilotos, la mayoría de los cuales también participaron en la Fórmula 1, como Arturo Merzario, Vittorio Brambilla, Jochen Mass, Jacques Laffite, Henri Pescarolo, Derek Bell, Jacky Ickx y Nino Vaccarella, el 33 TT 12 ganó siete de las ocho carreras disputadas y se proclamó campeón del mundo. El legendario 12 cilindros que equipa el coche sentará las bases del regreso de Alfa Romeo a la F1 en 1976 como proveedor de motores del equipo Brabham.
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