LA ROTONDA

 

ESCAPARATE

 

La humildad es un valor infravalorado en los tiempos que vivimos. El yo, pronombre personal con el cual se auto refiere como forma de nominativo un sujeto sea de género femenino o sea de género masculino. En español, la palabra yo también incluyo la función deíctica —Es el fenómeno relacionado con aquellas palabras cuyo significado es relativo a la persona hablante y que puede conocerse únicamente en función de ella— por la cual el sujeto queda auto indicado.

Yo he hecho…, yo fui el que hizo, yo construí, yo inauguré, yo puse en marcha, yo puedo hacer, yo curé, yo formé, e incluso, yo descubrí…

Los ingeniosos, aquellos que tienen un don especial para construir algo, inventar o poner en marcha distintas actividades que hagan más fácil la vida de los demás, son aquellas personas que disfrutan haciéndolo o descubriéndolo, pero nunca anteponiendo su prestigio personal al camino recorrido, y al esfuerzo de llegar a su destino.

Son muchos los seres humanos que anteponen su nombre, su prestigio personal o sus apellidos para estar en primera línea del escaparate, incluso son capaces de destruir, y utilizar cualquier tipo de artimaña para que su reputación sea reconocida, aunque la de sus familiares más directos y compañeros queden por los suelos.

A lo largo y ancho de mi vida, he encontrado personas que, en vez de arrimar el hombro, han preferido dar un paso atrás para que yo me la pegue. Incluso he conocido a otros, y otras, que decidieron pegarse al poder establecido, antes de trabajar y esforzarse en su creatividad para poder subir en su escalafón profesional. Y otros, tan inseguros de sí mismos, que han preferido poner palos en las ruedas para derribar a los demás, y ellos, seguir manteniendo su pobre estatus preestablecido.

Pobres seres humanos, que nunca supieron cómo llegaron a ser lo que fueron, porque nunca supieron saber a qué jugaban. Pero ellos solo tenían claro una cosa, derribar a su más directo adversario, aunque su vida fuera triste, repetitiva y remunerada. Son incontables estos tipos de personajes, solo ellos saben a qué han dedicado sus vidas, aunque la mayoría, aseguraron un nómina a final de mes, y algunos, bien remunerados, por lo tanto, su batalla ha sido positiva, aunque el final de su guerra con los demás haya sido muy pobre, ¿verdad, amigos/as?

Es mejor estar en el escaparate, aunque no hayas hecho nada en tu vida para que, al final de tus días, el balance de tu trabajo solo haya sido, “joder a los demás”, para tú sentirte fuerte. Pero, eso sí, estás en ese escaparate, que tan grande y rico te hace con los años.

También es una manera de vida que hay que saber vivir, otros, lo único que sabemos es trabajar para que todos salgamos adelante,

 

Con afecto y respeto,

Pepe Bejarano

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