LO PÚBLICO
Entiendo que para que los
vehículos circulen con la mayor seguridad posible necesiten de un reglamento.
El rojo, amarillo y verde, determinan una serie de códigos para que podamos
actuar en consecuencia. Cuando un conductor se salta el semáforo en rojo, está
expuesto a tener un accidente. Puede atropellar a un peatón que esté cruzando un semáforo en verde
para él, o un vehículo que tenga vía libre para circular. Es sin duda
imprescindible.
Es verdad que hace pocos años,
teníamos que darnos un paseo a las distintas instituciones para regularizar
nuestros documentos personales o colectivos, Jefatura de Tráfico, Tesorería de
la Seguridad Social, Juzgado de Familia, o Servicio Español de Empleo, entre otros. Estamos todos sometidos a una
serie de controles que hacen que nuestra sociedad vaya mejor o que todos
estemos más controlados: Con nuestro permiso de conducir, por un tiempo determinado, estamos autorizados para conducir el vehículo que nos permite el citado permiso: turismos, motos,
camiones, servicios públicos; Documento Nacional
de Identidad, que hay que renovar cada cierto tiempo, y que nos permite
identificarnos para solicitar cualquier documento oficial para nuestro propio
interés. En fin, en esta sociedad de una forma u otra estamos totalmente
identificados para bien o para mal.
De otra manera, cualquier
gestión de control debería ser gratuita, y primar la seguridad de los
interesados. De esta forma tendría mayor
garantía cualquier solicitud que nos soliciten las instituciones.
De todas formas, hoy, los DNI
electrónicos, o sin duda, los certificados digitales, son indudablemente un
paso muy importante en la gestión telemática de nuestro país. Bueno, pues, aun así, no puedo entender cómo
es posible que para solicitar una cita a un SEPE o Tesorería de la Seguridad
Social estemos peor que en la prepandemia de COVID, ¡inaudito! Yo mismo he
tenido la triste oportunidad de comprobarlo: Antes de la pandemia, solicitamos
una cita en el SEPE, y en pocos días podrías acudir a tu oficina más cercana,
hoy día solicitas una cita con certificado digital y te dan la cita para más de
quince días después, y no en tu oficina más cercana, te lo dan para dos o tres
oficinas en la provincia de tu ciudad. Totalmente deplorable. ¿Es o no
incomprensible?
Cuando en este sentido
deberíamos de dar un salto de calidad, y aprovecharnos de las nuevas
tecnologías, en este país ocurre todo lo contrario. Y hablo de este país porque
es el que conozco. Lo mismo ocurre con las citas para los médicos de familia,
usted solicita una cita por internet, presencial
o telefónica, y tiene un límite de fecha, si es urgente, ya sabes, a urgencias
o al hospital.
En definitiva, el sentido
común es el mejor de todos los sentidos, y deberíamos aprovechar todos los
argumentos válidos que tenemos para poder facilitarles la labor a todos los
usuarios, eso ocurre en la empresa privada. No entiendo por qué no funciona en
la pública.
Hasta que desde las
instituciones públicas no tengamos la idea de producir, servir y facilitar la
labor a los usuarios, no podremos acercarnos a las cosas bien hechas.
¡Ojalá!, aquellos que nos
dirigen se den cuenta y, por el bien de todos,
hagamos una sociedad más práctica y productiva, y nuestros funcionarios sean
ejemplo de funcionalidad.
Con mis respectos y afecto,
Pepe Bejarano
todomotornews@gmail.com
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