AQUÍ Y AHORA
Por otro lado, la invasión de
Rusia a Ucrania, ¡la guerra! Estamos siendo testigos cada día en los distintos
medios de comunicación y en las redes sociales, en pleno siglo XXI como se
están cometiendo las atrocidades que trae la guerra entre hermanos, estamos
asistiendo a crímenes de mujeres y niños, estamos comprobando como el hombre es
capaz de anteponer sus intereses a la propia vida de las personas. ¡Sí! Así
podemos llegar a ser de miserables.
El caso es que según dicen los
expertos que nos gobiernan, que la economía va de mal en peor, ¡y es verdad!, la inflación de los países europeos sube
como la espuma, pero lo peor es que los indicadores económicos no llegan a
vislumbrar un horizonte de bonanza.
El caso es que sabemos hacer
bien las cosas, pero no somos capaces de hacerlas,
¿Será porque los intereses de unos hacen que no
convenga que a todos nos vaya bien? Es un poco como la propia vida, no somos
capaces de hacer bien las cosas porque no nos interesa.
Sin entrar en ideologías
patateras que nunca han llegado a nada, vuelvo a los expertos, dicen algunos
que el COVID podría haber estado erradicado, pero hay oligopolios a los que no
les interesan, los analistas geopolíticos no entienden como Rusia y Ucrania no
se han sentado en una mesa y han confrontado sus intereses, y no se han
levantado de la mesa hasta no haber solucionado sus diferencias. Claro, a lo
mejor había empresas armamentísticas que lo les interesaba una solución y sí
una guerra, o poderes superiores que viven mejor y son más ricos entre la
podredumbre de los demás.
Por eso tengo la sensación de que estamos viviendo muy deprisa, que no se
planifica, no se mira al horizonte con esperanza, los jóvenes, sobre todo,
están viviendo el AQUÍ Y AHORA, y eso nos está llevado a que seamos peores
personas, a que no seamos capaces de pararnos, sentarnos y reflexionar, vivimos
instalados entre el insulto y la maledicencia, no somos capaces de escuchar a
la persona que tenemos enfrente.
¡Ojalá!, estas reflexiones
hayan sido producto de una mala noche y las altas temperaturas nocturnas no me
hayan dejado conciliar el sueño, ni la conciencia,
Con afecto, y respeto,
Pepe Bejarano
todomornews@gmail.com
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