El corto plazo vence al largo.
El 85% no tiene problemas en comprar básicos (alimentación), pero un 86% no se
siente en situación de comprar un coche nuevo
Siete de cada diez españoles están pudiendo hacer frente a las facturas y un
85% lo propio con básicos como la alimentación en un momento de salida de
pandemia, entrada de inflación y una guerra de por medio. En cambio, gastos
grandes que impliquen un medio o largo plazo los ven con cautela o,
directamente, imposibles de afrontar. Por ejemplo, un coche nuevo. Un 55% cree
que no podría asumir en este momento la compra de un vehículo y un 31%, si bien
podría, no se quiere arriesgar, según el informe “Global Issues Barometer” de
Kantar Insights que analiza un total de 18 países de todo el mundo.
El informe concluye que los
españoles no ven ahora más allá del corto plazo. De hecho, ahora mismo, sus
principales expectativas, más allá de que concluya la guerra, están en el
“Carpe Diem”, es decir, irse de vacaciones y volver a celebrar eventos de vida
(bodas y otras celebraciones), aspectos pospuestos por la pandemia.
Sin embargo, con el paso de
los meses irán cambiando hábitos de consumo, más ajustados al momento actual.
En concreto, cuatro de cada diez españoles han hecho o harán cambios en su
economía doméstica para reducir gastos; mientras que una tercera parte
modificará comportamientos que impliquen un respiro para la cartera, como por ejemplo,
hacer menos kilómetros con el coche y ahorrar en el gasto en gasolineras.
Además, uno de cada cuatro
pondrá límites a ese dinero que mes a mes iban metiendo en la hucha y
ahorrando, que ha sido uno de los comportamientos más recurrentes durante la
pandemia. La tasa de ahorro en 2020, de hecho, fue de récord y alcanzó el 15%
de la renta disponible, según el INE.
Preocupaciones: la inflación
desplaza a la pandemia
El informe de Kantar pone de
relieve cómo la anterior preocupación por la pandemia se está disipando, pero,
en cambio, se está desplazando paulatinamente a los precios. Solo un 38% de
españoles aún se muestra alerta con la COVID-19, mientras que ya la mitad lo
está por la inflación.
Es más, un 68% de consumidores
afirma que, en efecto, los precios están subiendo de manera muy aguda, una
hipersensibilidad mayor que en otras economías europeas como Alemania, donde un
59% tiene ese mismo pálpito con el aumento del coste de la vida; o bien Francia
y Reino Unido, con el 49% y el 48%, respectivamente.
Cambio climático vs actualidad
Por otra parte, el informe
analiza en qué posición queda el cambio climático dentro de este contexto de
triple crisis. Y la conclusión es que continúa sin ser percibido como una
emergencia inmediata, como sí ocurre con la guerra, la economía o la pandemia.
Así, un 20% de españoles cita los problemas ambientales como una de las grandes
preocupaciones.
Este dato nos sitúa lejos de
países de nuestro entorno, como Francia o Alemania, donde alrededor de una
tercera parte de la población se muestra muy sensible respecto a esta cuestión.
No obstante, los españoles
poco a poco van desarrollando acciones en pro de la sostenibilidad. Así, por
ejemplo, un 47% afirma que ha dejado de comprar ciertos productos o servicios
por su impacto ambiental o social. Y un porcentaje parecido afirma buscar
empresas y marcas que compensen su impacto con acciones sostenibles (plantar
árboles o iniciativas similares).
En el fondo, los españoles
están supeditando la sostenibilidad al bolsillo, de modo que dos de cada tres
consumidores afirman querer comprar productos sostenibles, pero las marcas
deben hacerlos más asequibles para sus economías.
Según Martin Wohlfart,
director del estudio en España, “con la situación actual, la percepción del
consumidor es de que no puede acceder a la compra de bienes de alta inversión,
como podría ser un coche. E incluso aquellos que económicamente pueden no se encuentran
en disposición, debido a una mentalidad de contención y espera a ver cómo se
suceden los acontecimientos”.
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