PACTO DE PRECIOS
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) les acusaba de haber intercambiado información confidencial para controlar el mercado de la distribución y la posventa, lo que iba en contra de la competencia. En concreto, se les acusó de compartir información sensible y de fijar límites máximos a los descuentos que podían percibir los compradores al adquirir el vehículo.
La multa fue récord de 171 millones de euros tanto a marcas como a concesionarios y empresas asociadas.
El Grupo Volkswagen, que reúne a firmas como Seat, Audi y la propia Volkswagen, se libró de la sanción al destapar al resto de empresas implicadas, que eran prácticamente todas las que vendían (y venden) sus modelos en España y concentraban (y concentran) hasta el 90% de la oferta.
La investigación afectó a las siguientes marcas: Alfa Romeo, Audi, BMW, Chevrolet, Chrysler, Citroën, Dodge, Fiat, Ford, Honda, Hyundai, Jeep, Kia, Lancia, Mercedes, Mitsubishi, Nissan, Opel, Peugeot, Porsche, Renault, Seat, Skoda, Volkswagen, Toyota y Volvo. Algunas de ellas no operan ya en el mercado español y Mazda, que fue investigada al principio, luego resultó absuelta.
Tras varios recursos, hasta 34, el Supremo confirmó la sentencia el pasado enero de 2020. Y unos meses después, en junio, nació la plataforma AACC o Asociación de Afectados por el Cártel de Coches, que ha presentado una demanda colectiva para solicitar indemnizaciones bajo el concepto de daños y perjuicios.
En abril de este año, un tribunal de Cádiz ya falló a favor de un cliente y condenó a un concesionario de Audi y Volkswagen a pagarle 2.000 euros por la compra de un vehículo en 2010, que le costó 25.000 euros. También la empresa fue condenada a pagar los intereses y las costas.
En función de la marca y modelo adquirido, esa cantidad podría ser de unos 2.500 euros de media. En un vehículo que costó 15.000 euros, la indemnización podría moverse entre los 1.500 y los 2.250 euros
Como suele suceder en estas reclamaciones colectivas, la AACC se ocupa de gestionar el proceso y solo cobra en caso de ganar el pleito. Pero sus honorarios son bastante superiores a lo habitual, porque llegan al 30% de la posible compensación económica que reciba cada usuario, y que depende a su vez del modelo adquirido.
Para llevar a cabo la reclamación, desde esta última compañía recomiendan aportar el máximo de documentación, como mínimo la factura de compra, la acreditación del pago del alquiler o leasing del automóvil, además de la ficha técnica y los contratos. Además, ya se han constituido plataformas de usuarios como www.afectadoscartelcoches.es. También, puede informarse en esta página web https://www.ocu.org/acciones-colectivas/reclamacion-concesionarios.
Le recomendamos que antes de firmar ningún documento, lean detenidamente las Hojas de encargo de arriba a abajo, y obren en conscuencia.
Estoy convencido que después del ímprobo esfuerzo que realizan las marcas de automóviles durante todo el año por innovar, estar al día de las nuevas tecnologías, dar trabajo a empleados especializados en todo el país, y la inversión en marketing, y publicidad que realizan, ¿quién habrá sido la criatura o criaturas que han pergeñado la idea del cartel para desfavorecer al cliente? Sí, cliente, objetivo final de toda empresa. No lo entiendo.
¿Es que no hay nada que funcione bien en este país?
Así empecé este artículo, y así, lo voy a terminar. No entiendo nada.
Con afecto y respeto,
Pepe Bejarano
todomotornews@gmail.com
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