sábado, 13 de noviembre de 2021

LA ROTONDA

 

LA CARA DE DIOS

 


Lo mejor que tengo lo doy, lo entrego, o lo saco a la calle para un bien mayor. Creo que aquel que lo talló hizo la obra cumbre de Sevilla. Para aquellos que son fieles y devotos han vivido un mar de emociones, y no tengo la menor duda de que el cordobés, afincado en Sevilla, Juan de Mesa hizo su obra cumbre.

No puedo cerrar mis ojos ante una realidad que ha tenido lugar en Sevilla en días pasados. Un grupo de hombres y mujeres, que conforman la Junta de Gobierno del Señor del Gran Poder, se reunieron para que su mayor patrimonio se desplazara a los barrios más desfavorecidos de la ciudad de la Giralda.

Así es, desde la Plaza de San Lorenzo, sus hermanos desplazaron en andas, la imagen del Señor del Gran Poder a la otra punta de la ciudad a los barrios periféricos de Los Pajaritos, la Candelaria, Madre de Dios y Santa Teresa, los barrios más pobres, con mayor índice de desempleo, con mayor incidencia de inseguridad, esos barrios olvidados por las distintas administraciones.

Ayudas económicas, proyectos de futuro, en una Misión evangelizadora, y sobre todo humanizadora. Para los creyentes podemos hablar de emociones a flor de piel, porque la imagen del Señor de Sevilla, la naturaleza de la imagen, y la de los sentimientos se dan la mano ante unos y otros.

A Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, además de sus indudables valores artísticos e históricos y devocionales, lo han convertido en una imagen universal, sin la que es difícil entender la Sevilla cofrade. Es una talla realizada en madera de cedro con la peana en pino de Segura, de una medida cercana a los dos metros, distorsionada por el efecto de su posición, la cual exalta su dinamismo y realismo. La imagen está realizada en madera policromada, es una talla completa concebida como una imagen para vestir, es decir para presentarse al culto cubierto con una túnica. Por ello las partes visibles como la cabeza, la corona de espinas, las manos y piernas a partir de las rodillas se encuentran talladas en gran detalle, mientras que el resto del cuerpo es únicamente un boceto. Los brazos son articulados a nivel de los hombros y codos, lo que permite colocar la imagen en varias posiciones, generalmente con las manos unidas cuando se encuentra expuesta en su basílica, o con los brazos separados cuando está integrada en el paso y porta la cruz.

Y todo ello lo logra Juan de Mesa dotando a la imagen de una anatomía perfectamente pensada, en la que el cuerpo descompensado, largamente abierto el compás de su zancada, se inclina arqueando su espalda en un dinamismo exacto que evita la caída mostrando a Cristo asiéndose a la Cruz, ensimismado en su dolor, retraído, pensando que ya todo está escrito, que su penar va camino del final. Ha pasado la noche de la detención, del juicio y del escarnio y el Señor está a punto de llegar al Calvario para ser crucificado, va a encontrarse con María, su madre, es el momento más desgarrador del sufrimiento en vida de los mortales y, aun así, en su andar y en su rostro, severo y bondadoso a la vez, este Nazareno transmite la mayor de las esperanzas. La obra data de 1620.

La Sevilla creyente sigue desde entonces mirándose en los ojos de Jesús del Gran Poder. Todos, incluso los más agnósticos han alabado la iniciativa de esta Misión, que ha sido un no parar de rezos, llantos y gracias de ida y vuelta. Ha sido una afluencia constante de público que no ha dejado de visitar las iglesias, y donde ha pernoctado la imagen santificada de Juan de Mesa.

En definitiva, las buenas intenciones, vengan de donde vengan hay que aplaudirlas, y yo soy de los que piensan que la iglesia debería salir a la calle, y esta iniciativa de la Hermandad del Gran Poder tengo la impresión de que debería ser el camino, y la iglesia debería redirigirse y consagrase a todos, pero sin duda a los más necesitados. No puede haber nadie durmiendo al raso, en este frio invierno, mientras la casa de Dios está cerrada.

Ayudar a los que más lo necesitan, debería ser tarea de todos, así que tomen nota aquellos que no predican con el ejemplo, y son especialista en darse golpes de pecho.

Si es posible LA ESPERANZA, El Señor de Sevilla, Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, la tiene en su mirada.



Pepe Bejarano

todomotornews@gmail.com

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