VERANO ATÍPICO
Lo único que se parece a otros
veranos es que si somos miembros de la misma convivencia familiar podemos
vernos las caras dentro del coche, pero si no es así, somos amigos, vecinos o
familiares no convivientes todos vamos de un lugar a otro con la mascarilla
puesta dentro del vehículo.
Si salimos del coche para
estirar las piernas, vamos al baño o a tomar un café o un refresco, también
tenemos que llevar puesta la mascarilla.
Y si todavía no se ha enterado,
si es usted fumador y tiene deseo de fumarse un cigarrillo, entonces, podrá
quitarse la mascarilla siempre y cuando busque un lugar donde no moleste a
nadie y sin pasearse al consumir el cigarro.
Después, una vez que hemos llegado a nuestro lugar vacacional, hotel,
zonas comunes, mascarilla, solo en nuestra
habitación podríamos quitárnosla o en zonas de restaurante, bares, etc. Eso sí,
hay que estar muy pendiente si va a algún restaurante o bar, en estos
establecimientos les indican que le van a desinfectar la mesa delante de usted,
aunque no siempre ocurre así, a pesar de las reivindicaciones de algunos
hosteleros por cumplir todas las normas contra el Corona Virus 19, por otro
lado, deberá utilizar el gel hidroalcohólico y por supuesto
algo que le compete al establecimiento que se cumpla el porcentaje de ocupación
del local, y que se guarde la distancia de seguridad de metro y medio entre
clientes, algo que yo he podido comprobar que no ha sido así teniendo que poner
sobre aviso al camarero para que lo tuviera en cuenta.
Sí,
algo atípico, le tuve que decir al camarero: “el servicio impecable, la comida extraordinaria, pero…no cumplen ustedes con lo establecido en cuanto a normas de
seguridad del coronavirus, lo siento mucho pero no volveré más hasta que no
haya pasado la pandemia”. Y este es el verano atípico que estamos viviendo
este año, teniendo en cuenta que, en la mayoría de las ciudades y pueblos de
España, se han suspendido todas las fiestas populares por prevención, todavía
hay algunos que hacen de su capa un sayo, y montan
la suya por su cuenta. Por culpa de estas imprudencias y a
pesar de todas las normas vuelven a recrudecerse los contagios. ¡Y es que somos
de lo que no hay! Y alguna vez me lo
habrá odio, es lo mismo que ocurre con la conducción, sabiendo que no podemos
correr a cierta velocidad por una vía determinada, que tenemos que ponernos el
cinturón de seguridad, que no podemos conducir en dirección prohibida, o no
podemos estacionar aquí o allí, nosotros que somos los más listos del plantel, lo hacemos. Nos saltamos todas las normas habidas y
por haber, y es que creo que va en nuestro ADN, no me cabe otra explicación.
Las mascarillas en el codo o
en el cuello, nos juntamos en sitios cerrados o abiertos
y montamos nuestra propia fiesta, y además ni por asomo guardamos la distancia
mínima exigida.
Es verdad que este año, es un
VERANO ATÍPICO, por esta y por otras razones, la mayoría volvemos a nuestro
lugar de origen a disfrutar de unos días de ocio, pero intentamos evitar acudir
a los establecimientos culinarios, y nos quedamos en casa. He notado que el
ambiente este año es más familiar y que temprano estamos en casa. Y eso sí, que
solo hay que salir de noche para ver que la mayoría de nosotros lleva la
mascarilla puesta, guarda la distancia de seguridad y utiliza los geles
hidroalcohólicos con frecuencia.
Creo que la mayoría somos
responsables, aunque siempre las minorías llaman más la atención.
No es ni será el mejor verano
de nuestras vidas, pero estoy seguro que es un VERANO DIFERENTE, ¿o no?
Con mis mejores de deseos de
felicidad,
Pepe Bejarano
todomotorsevilla@gamil.com
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