sábado, 30 de noviembre de 2019

LA ROTONDA


LOS ÁNGELES DE LA CARRETERA




Mi memoria histórica pasa por detenerme esta semana en la Asociación de víctimas de accidentes, que han celebrado este mes, que se nos va de las manos, su decimoquinto aniversario.

Hoy quiero destacar la trayectoria de esta asociación y su labor social, lágrimas esfuerzos, algunas victorias y mucho trabajo.

Corría el año 2003 cuando un grupo de víctimas de accidentes de Alcoy (Alicante) deciden constituirse en asociación y crear así la Asociación para la Defensa e Integración de Accidentados, que después se llamaría Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes, nombre con el que se conoció a la actual Asociación DIA hasta el año 2016. Estas personas se dieron cuenta de lo desprotegidas que están las personas después de sufrir accidentes. Después de un hecho así todo son dudas, miedos, dolor, pérdida en el peor de los casos. Después de un accidente no había nadie a quien acudir.


Las víctimas necesitaban no solo alguien que las escuchara, sino que merecían una atención social, psicológica y legal profesional y especializada.

En la fase, justo después del accidente, la atención de profesionales marcaba la diferencia para propiciar o no la estabilización de las personas, por eso se puso en marcha la focalización en prestar este servicio tan necesario.

Por parte de DIA, se ha realizado una intensa labor después de estos 15 años a nivel institucional, donde se pueden promover cambios, modificaciones y mejoras para la reducción de la siniestralidad y la protección de las víctimas de accidentes. De este modo, se han reclamado y defendido los derechos de las víctimas buscando reuniones con la DGT, con los distintos partidos políticos, promoviendo cambios legislativos y participando muy activamente en los medios de comunicación, denunciando injusticias y estando presentes en los momentos críticos.

Por tal motivo, todo esto se ha traducido en respeto y reconocimiento declarado por parte de las instituciones, entidades, públicas y privadas, empresas y por la opinión pública en general.

En estos 15 años, se han gestionado miles de casos y se ha podido ayudar a muchas víctimas y a sus familiares. Además, se ha realizado un gran esfuerzo de concienciación y prevención de accidentes lanzando campañas de sensibilización, educando en colegios, involucrando a las víctimas de accidentes y promoviendo la normalización de la diversidad funcional.

En esta última área se ha puesto en marcha el Programa de Inclusión Laboral cofinanciado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e igualdad, la Fundación ONCE y la DGT, a través del cual trabajando de manera conjunta con empresas responsables y personas con diversidad funcional que buscan una oportunidad laboral.

En 2012 se creó la fundación FUNDTRAFIC, para servir a la labor de prevención, concienciación y trabajo con empresas de la labor de la asociación, focalizada en las víctimas.

Fundtrafic ha supuesto un nuevo impulso para la Asociación DIA, pues es un proyecto de emprendimiento social que permite desarrollar programas con un alto impacto social en colaboración con empresas, y a la vez obtener financiación para programas destinados a las víctimas.

Todo el esfuerzo invertido no ha caído en “saco roto”, hoy día la asociación se ha convertido en un recurso realmente útil para las víctimas, familiares y también para sus abogados, que encuentran muchas trabas en el camino para poder defender dignamente a las víctimas frente a las aseguradoras.

Entre los últimos e ilusionantes proyectos se están ultimando los preparativos, por fin, en abrir una delegación para la atención integral a víctimas al lado del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, un lugar con el que se mantiene una vinculación especial, y además es el destino de muchas de las víctimas con lesiones graves en nuestro país,

Creo que, para finalizar, este recuerdo no podía ser completo si no agradeciera a todas las personas que forman y han formado parte de esta “gran familia” y que han aportado su granito de arena; y a todos los profesionales que mantienen la entrega y defienden todos los valores de rigurosidad, e independencia, cercanía, compromiso, respeto, calidad, y trabajo en equipo, que han demostrado a lo largo de los años hacia todas las víctimas y familiares que en algún momento de su vida se han convertido en víctimas de accidentes de tráfico.

En 2017, se puso en marcha el primer teléfono gratuito para víctimas y familiares: 900 90 77 11.


Con afecto, y respeto,

Pepe Bejarano

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