LA ROTONDA,

ADELANTAMIENTO AL FUTURO

Hay aseveraciones que necesitan una reflexión en La Rotonda: “fue "un error” vender el coche eléctrico”.

Hace unas semanas, en un desayuno, Pere Navarro, Director General de Tráfico, se dejó caer con esta opinión. Para la gran mayoría esta frase no ha caído en “saco roto”, tengo la impresión que las razones que expone no van mal encaminadas.

Para los amantes del progreso, cualquier desaceleración no es positiva, pero siempre se ha dicho que “la casa no se puede empezar por el tejado”, eso es lo que estamos pensando la gran mayoría, aunque obnubilados por las nuevas tecnologías en el sector del automóvil, cuando empezamos a vislumbrar hace algunas décadas la realidad del vehículo eléctrico, la primera pregunta fue: ¿qué autonomía tendrán los vehículos?; la segunda, ¿dónde se podrán recargar? y la tercera, ¿cuánto costarán?

Estoy seguro que ustedes tendrán infinidad de cuestiones que se harán ante esta disyuntiva que es toda una realidad.

No entiendo cómo las emprensas dedicadas a la automoción, que están compuestas por verdaderos prodigios de la investigación de la automoción, ingenieros prodigiosos y verdaderos ingenieros de la economía mundial, han desarrollados hasta las últimas consecuencias vehículos eléctricos, que hoy día están circulando por las carreteras del mundo sin una infraestructura adecuada.

Según los números que no engañan “como la prueba del algodón”, es verdad que este tipo de vehículos se están comenzando a colocar a empresas públicas o privadas, que pueden construir alrededor de su flota la infraestructura necesaria como para poder sostener a estos vehículos.

Les refería que este es un año donde las cifras no acompañan al sector de la automoción en nuestro país. Las grandes ventas se están realizando especialmente en vehículos “low cost”, todo tiene que ver con la recesión económica que estamos padeciendo y el sector del automóvil es el escaparate perfecto para asomarse y comprobar por donde andan las preferencias de los clientes en los últimos meses.

Por eso, una vez más, el Director General de Tráfico ha dado en la diana, las palabras más duras están dirigidas al coche eléctrico y, concretamente, a su implantación, llegando a decir que fue "un error" vender el coche eléctrico. Pero no es que Navarro se haya hecho defensor de la gasolina; afirma que el problema está en la manera en la que el coche eléctrico ha llegado a España.

Según Navarro, intentar vender un producto que "no tenemos dónde enchufarlo y el precio es carísimo" fue una equivocación; además, hace mención al "tema de la precariedad", ya que así no puede decirles a los conductores que se compren un coche nuevo "y además eléctrico".

El director de la DGT también critica la falta de puntos de carga, especialmente en ciudad; aunque al mismo tiempo afirma que la creación de esta infraestructura es una prioridad para el gobierno.

Estas son palabras duras, pero que muchos propietarios de coches eléctricos han pensado a menudo. Sin una red de carga amplia, es difícil convencer al conductor medio de que invierta en una tecnología nueva y sin probar.

Solo contestando a nuestras tres preguntas estamos convencidos que los grandes “gurús” de las grandes marcas de vehículos no han pensado a priori en un español medio para comprarse un vehículo eléctrico, sino en las grandes empresas que están revalorizando su flota de cara al futuro y que supone una gran inversión para sus empresas. Ambulancias, coches oficiales, vehículos de servicios de limpieza, transporte público, y en las empresas privadas, aquellas de transporte que han renovado sus vehículos de automoción actualmente.

No obstante, el vehículo eléctrico es caro, no tiene una autonomía importante (aunque cada vez más, las baterías aguantan más kilómetros), y lo que es indudable, que los puntos de recargas, o las electrolineras, brillan todavía por su ausencia.

Es verdad que algunos directivos de empresas de automóviles critican al director de la DGT, PereNavarro, ya que ha vertido opiniones sobre el sector un apartado que no le compete, pero no podemos abstraernos a algo que muchos piensan y que pocos hablan. Algo que de una forma u otra forma parte de una forma de actuar muy novedosa en la sociedad que nos ha tocado vivir.

Al final, es verdad que solo ustedes tienen la última palabra, cómprense lo que quieran, cuando quieran.

Con todo mi afecto, y respeto,

Pepe Bejarano

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