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En 1965, Opel se convirtió en el primer fabricante
europeo de vehículos en presentar un concept car. Desde entonces, la marca
alemana no ha dejado de sorprender a todos con sus elegantes y emocionantes vehículos
y sus eficientes soluciones adelantadas a su tiempo.
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Coincidiendo con la celebración del 120 aniversario
de Opel, repasamos los más llamativos y sorprendentes concept cars de la marca,
auténticos iconos automovilísticos que han conseguido sentar las bases estructurales
y de diseño de los vehículos en serie de Opel y de la automoción en general.
Desde 1965, fecha de presentación del pionero Opel Experimental GT
en el salón de Frankfurt, Opel ha conseguido labrarse una incomparable
reputación como creadora de concept cars. A lo largo de los años, la marca
alemana ha ido presentando decenas de modelos únicos, ejercicios de estilo
sobre las ideas más futuristas e innovadoras de sus ingenieros y diseñadores,
que han conseguido marcar época y anticipar tendencias no sólo para la marca
sino para el futuro de la automoción en general. Así, a lo largo de las
décadas, los coches concepto de Opel han cumplido con honores su labor:
presentar una tendencia precursora para el desarrollo de un futuro vehículo de
serie y emocionar a los entusiastas de los coches con sus exclusivos diseños.
Durante los años 60 y 70 del pasado siglo, los coches de concepto de Opel
fueron elegantes y emocionales cupés. Sin embargo, con la primera crisis del
petróleo (1973) y el nacimiento de una conciencia por la protección
medioambiental, los diseñadores e ingenieros de Opel tuvieron que orientar su
creatividad a otras cuestiones menos glamurosas, como el consumo de
combustible, la aerodinámica y la eficiencia en general (incluyendo la
seguridad y el interior). De nuevo, los ‘artistas’ de Opel dejaron a todos con
la boca abierta gracias a sus brillantes soluciones.
Coincidiendo con 120 aniversario de la marca, repasamos algunos de estos
vehículos concepto y sus aportaciones a la historia de la automoción:
Opel Experimental GT (1965)
Fue diseñado por Erhard Schnell, también responsable del Corsa A y el
exitoso Calibra, en 1965. Tres años después de su presentación en Frankfurt, en
1968, se convirtió en el primer concept car europeo en pasar a la producción en
serie y en un modelo a imitar por toda la industria. Este legendario biplaza
revolucionó el mundo de los cupés deportivos empleando una serie de elementos
estructurales y de diseño inusuales para la época, como su motor de 1,9 litros
y 90 CV capaz de alcanzar los 185 km/h., sus originales faros escamoteables y su
ausencia de maletero trasero. Sin embargo, fue su forma de botella de Coca-Cola
la que convirtió al Opel Experimental GT en una leyenda de la automoción
mundial y en objeto de deseo de todos los aficionados a los deportivos desde su
presentación, hace más de 50 años, hasta el día de hoy.
Opel CD (1969)
En 1969, el fabricante alemán presentó este gran turismo de pura raza
basado en la tecnología del Opel Diplomat. La espectacularidad del diseño de
este prototipo creado por el equipo de Diseño de George Gallion iba acompañado
por una sofisticada suspensión y un interior realmente espacioso. El Opel CD también
ofrecía soluciones sorprendentes, como un panel de instrumentación y un juego
de pedales capaces de acercarse al conductor por sí mismos, no como en el resto
de vehículos, en los que el piloto tiene que encontrar la distancia más
adecuada desplazando su asiento.
Opel GT2 (1975)
Su futurista forma de cuña, que le proporcionaba un excepcional desarrollo
aerodinámico (Cx) de 0.32, y sus puertas deslizantes con rieles
ocultos fueron los elementos más llamativos de este ejercicio de estilo de Opel
presentado en 1975. Sin embargo, era su interior el que escondía numerosas
soluciones adelantadas a su tiempo, como los asientos deportivos construidos
con componentes individuales de plástico y foam, un habitáculo modular
intercambiable con pantallas digitales y hasta un ordenador.
Opel TECH 1 (1981)
Presentado en el Frankfurt Motor Show en 1981, este vehículo dio mucho que
hablar por lo avanzado de sus soluciones. En este prototipo ya se reflejaba la
nueva preocupación por el medio ambiente, a través de nuevas soluciones en las
áreas de emisiones contaminantes, ruido, consumo de energía y seguridad. Con el
Opel TECH 1, los ingenieros de la marca alemana lograron un coeficiente
aerodinámico de tan solo 0,235, lo que le permitió influir en los futuros Opel
Kadett E (1984), al Opel Omega (1986) e incluso a algunos modelos de otros
fabricantes. Además, el interior de este concept car era igual de rompedor: todas
las funciones del coche, excepto frenos, acelerador y embrague, podían
controlarse a través de los instrumentos electrónicos digitales y las teclas
táctiles electrónicas que se multiplicaban en torno al piloto.
Opel Junior (1983)
Opel presentó el Junior en el Frankfurt Motor Show, el certamen de
referencia para la puesta de largo de sus prototipos, en 1983. Este compacto
utilitario de apenas 3,41 m de longitud, (21 centímetros más corto que la
primera generación del Opel Corsa, que había sido lanzada un año antes) con un
habitáculo muy modulable y un arriesgado aspecto que no dejó indiferente a
nadie. El Junior, antecedente del posterior Opel ADAM, ofrecía una gran
cantidad de inteligentes ideas en su interior, como instrumentos fácilmente
intercambiables y fundas de los asientos que podían convertirse en sacos de
dormir, además de un sistema de navegación increíblemente visionario.
Opel G90 Concept (1999)
El anuncio para Europa de una nueva y severa normativa de emisiones hizo
que los departamentos de Ingeniería y Diseño Avanzado de Opel se pusieran a
trabajar en un futuro coche compacto más limpio. Presentaron el primer
resultado de sus reflexiones en 1999, el Opel G90 Concept, cuyo nombre hacía
mención a sus emisiones de CO2: sólo 90 g/km, gracias a la
eficiencia de su compacto motor gasolina de tres cilindros y a una carrocería
en la que el peso reducido (750 kilos) y la aerodinámica (0,22) eran las
principales características.
Opel Frogster (2001)
Sólo dos años después de la presentación del Junior, Opel desafió de nuevo las
reglas de los coches pequeños convencionales con el atrevido Frogster,
presentado en la edición de septiembre de 2001 Salón de Frankfurt. Entre sus
novedosas soluciones, una firme persiana eléctrica que servía de techo, cuatro
asientos abatibles individualmente y una excepcional versatilidad, ya que el
conductor podía convertirlo en un roadster, un descapotable o una pick-up con
sólo pulsar un botón de la PDA situada entre los dos asientos delanteros.
Opel Insignia (2003)
En 2003, Opel presentó, de nuevo en Frankfurt, un concepto completamente
nuevo de vehículo de lujo, de grandes dimensiones (segmento F) y con un
brillante motor que desarrollaba 344 CV de potencia. El lenguaje de diseño del
Insignia también tuvo un impacto considerable en los siguientes modelos de
producción de Opel, llegando a dar nombre a la nueva generación del modelo tope
de gama de la marca a partir de 2008. El Insignia incorporaba unas elegantes líneas
de diseño progresivo e innovaciones como la iluminación con tecnología LED, un sistema
de suspensión hidro-neumático y un mecanismo tipo pantógrafo para las puertas
correderas traseras.
Opel Flextreme (2007)
Este compacto/crossover de Opel fue un hito en el desarrollo de la
propulsión eléctrica. Disponía de un motor 1.3 turbodiésel Ecotec que alimentaba
el motor eléctrico encargado de mover el eje delantero, dotando al vehículo de
una potencia de 120kW y un par de 320Nm. De este modo, el Flextreme no se puede
considerar un híbrido, ya que el motor de combustión no estaba conectado con
las ruedas del vehículo, sino que sólo se dedicaba a producir electricidad para
ampliar la autonomía del coche (55 km sólo con las beterías de litio),
permitiendo cubrir muchos cientos de kilómetros sin necesidad de parar. El
Concepto Flextreme fue diseñado para emitir 40 gr de CO2 por km o menos para un
consumo de sólo 1,54 litros/100 km. Además, el diseño frontal del Opel Flextreme
inspiró el del Opel Ampera, que fue lanzado en 2011 y elegido Coche del Año en
Europa en 2012 gracias a su similar tecnología.
Opel RAK (2011)
Este vehículo experimental, presentado en 2011 en el Salón de Frankfurt, se
convirtió en el primer prototipo eléctrico biplaza de Opel. Pensado para
seducir a un público joven y urbano, el RAK, una solución real a los problemas
de tráfico de las grandes ciudades, disponía de una autonomía de unos 100 km y
alcanzaba una velocidad máxima de 75 km/h. Con un diseño muy atractivo, su frontal
también recuerda al del Ampera, aunque el resto del vehículo es funcional y
futurista, con las ruedas traseras fuera de la carrocería como principal
elemento distintivo. Además, la original distribución de las dos plazas en tándem,
con el pasajero detrás del conductor, reducían la anchura del coche haciéndole
ganar en agilidad.
Opel Monza (2013)
Tras varios años dedicados a la búsqueda de soluciones eficientes,
implementando nuevas y cada vez más limpias tecnologías para dar respuesta a
las necesidades de la nueva movilidad urbana, los ingenieros y diseñadores de
Opel decidieron en 2013 que ya era hora de recordar al mundo que de sus mismas
mesas de trabajo también habían surgido algunos de los más emocionantes y
elegantes vehículos de la historia de la automoción. Para ello, mostraron en el
Salón de Frankfurt un formidable cupé con puertas alas de gaviota y un gran
espacio interior para cuatro ocupantes, al que decidieron llamar Monza en
homenaje al modernísimo cupé fabricado por la compañía alemana entre 1978 y
1986. El concepto Monza, con sus 4,7 metros de carrocería y 1,31 metros de
altura, sólo pesaba 1.300 kilos, a pesar de ir cargado hasta arriba de
tecnología: con imágenes proyectadas en 3D, los 18 proyectores led mostraban
una pantalla multifuncional totalmente configurable y gobernable por órdenes
táctiles y vocales. En resumen, el Monza era como echar un vistazo a al futuro
del automóvil: propulsión eléctrica con un extendedor de autonomía de GNC (Gas
Natural Comprimido) y otros combustibles limpios, conectividad al más alto
nivel, preconfiguración de conducción autónoma (sistema car to car) y una nueva
familia de motores ‘downsizing’, capaces de alcanzar la misma potencia y
rebajar los consumos con menos cilindrada.
Opel GT Concept (2016)
Presentado en el Geneva Motor Show de 2016, el Opel GT Concept es una
muestra más de la fortaleza innovadora de Opel. Este original y atractivo deportivo
es al mismo tiempo innovador y clásico, ya que se inspira en el Opel GT de
serie de la década de 1960, del que hereda algunos rasgos de diseño y,
sobretodo, su planteamiento sencillo y deportivo. El Opel GT Concept renuncia a
todo lo que pueda perturbar las formas puras: no tiene marcos en las puertas ni
limpiaparabrisas y las manillas de las puertas han sido sustituidas por un
botón para la apertura eléctrica de las puertas situado en la franja roja que
nace en los neumáticos delanteros y se eleva hasta el borde del techo. Además, los
retrovisores se han sustituido por cámaras situadas en los pasos de rueda
delanteros. Como curiosidad, los neumáticos rojos del eje delantero son un
guiño estético a la motocicleta Opel Motoclub 500 del año 1928. Respecto al
motor, situado en posición delantera-central es el tricilíndrico
turboalimentado de un litro del nuevo Opel Astra, aunque en una variante de 145
CV y 205 Nm., lo que le otorga una aceleración de 0 a 100 km/h. en 8 segundos y
una velocidad máxima de 215 km/h.
Opel GT X Experimental (2019)
También
presentado en el Salón de Ginebra, el concept GT X Experimental parte de una
filosofía basada en los principales valores de marca de Opel (alemán, accesible
y emocionante) que le hace enfocarse en lo esencial, en lo que realmente cuenta,
para, una vez más, exaltar sus valores como marca, anticipar las líneas de sus
modelos futuros y llevar la marca a un nuevo nivel. Se trata de un resuelto SUV
compacto totalmente eléctrico, de 4,06 metros y 5 puertas, con una atractiva
línea cupé y repleto de ideas innovadoras. El Opel GT X Experimental se ha
fabricado con una arquitectura ligera, tiene un formato compacto y rueda sobre
llantas de 17 pulgadas que visualmente parecen mucho mayores y, al mismo
tiempo, ofrecen mayor comodidad de la conducción y refuerzan su aspecto
sorprendente. El coche está impulsado por una batería compacta de ión-litio de
50 kWh de última generación con carga inductiva y tiene funciones de conducción
autónoma de nivel 3, lo que significa que puede gestionar todos los aspectos de
la conducción, pero el conductor tiene que responder a las solicitudes de
intervención.
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