En 2018, 446 personas fallecieron en accidente cuya causa
fue la distracción. 1.983 resultaron
heridas
El uso del móvil durante la conducción multiplica por cuatro el
riesgo de sufrir un accidente.
Diferentes estudios apuntan que hablar por el móvil mientras se
conduce es equiparable a conducir habiendo ingerido bebidas alcohólicas.
La
distracción en la conducción es la primera causa de los accidentes de
tráfico. En 2018 la distracción aparece
como factor concurrente en 18.591 accidentes con víctimas, un 26% del total, en
los cuales fallecieron 446 personas y otras 1.983 resultaron heridas graves.
Esta cifra tan alta, lleva a
la Dirección General de Tráfico a poner en marcha desde hoy y hasta el próximo
domingo 22 de septiembre, una nueva campaña de vigilancia y concienciación de
los peligros que suponen las distracciones al volante.
Esta intensificación de la
vigilancia realizada por Tráfico en las vías interurbanas también se realiza en
el ámbito urbano, ya que se invita a las policías municipales de numerosos
ayuntamientos, a llevarlas a cabo en sus respectivos ámbitos de actuación y a
las que la Dirección General de Tráfico agradece su aportación a la seguridad
vial.
A la vigilancia que realizan
los agentes de tráfico a pie de carretera desde hace meses, la DGT utiliza
medios automatizados para controlar este tipo de infracción. Actualmente
dispone de 216 cámaras que están
instaladas en las carreteras y en las que se puede constatar si el conductor
hace uso del móvil.
UN RIESGO QUE SE CONOCE
Uno de los principales motivos
que genera la distracción del conductor es la utilización del teléfono móvil
durante la conducción. Su uso multiplica por cuatro el riesgo de sufrir un
accidente y el riesgo es equiparable a la conducción con exceso de alcohol.
El Proyecto ESRA (Encuesta
europea sobre las actitudes de seguridad de los usuarios de la carretera)
realizada en 2015 destaca que la mayoría de los encuestados son conscientes de
que hablar por teléfono mientras se conduce tiene efectos negativos en la
conducción y que eso aumenta el riesgo de sufrir un accidente. Pese a esa alta
percepción de riesgo, un gran porcentaje de conductores declara que utiliza el
teléfono móvil mientras conduce, tal y como se recoge en el gráfico. Estos
porcentajes son particularmente altos entre los conductores hasta los 34 años.
Un conductor que habla
mientras conduce…
• Pierde la capacidad de mantener una velocidad constante.
• No guarda la distancia de seguridad suficiente con el vehículo
que circula delante.
• El tiempo de reacción aumenta considerablemente (entre medio a
dos segundos, según los reflejos de cada conductor)
• Y … según constatan algunos estudios, la peligrosidad de hablar
por el móvil mientras se conduce es equiparable a conducir habiendo ingerido
bebidas alcohólicas.
Los tipos de accidentes más
frecuentes debidos a distracciones son
la salida de la vía, el choque con el vehículo precedente o el
atropello.
Ante estas circunstancias, la
DGT hace un llamamiento a la responsabilidad de los ciudadanos (conductores o
no) para:
• Disuadir a los conductores de llamar o coger el móvil mientras
conduce.
• Antes de llamar a un móvil pensar si el destinatario va
conduciendo. En caso afirmativo no llamar. Todos somos responsables.
• Comprender que como peatones, vamos también abstraídos en la
conversación, y caminamos ajenos a los riesgos viales.
• Desconectar el móvil sin manos libres mientras conduce. Es lo
más seguro. Nada puede ser tan urgente que compense el riesgo de sufrir un
accidente.
• Los teléfonos “manos libres”, los únicos permitidos, son menos
peligrosos que los otros, aunque no disminuyen todos los riesgos: distracción,
señales que no se ven, mayor tiempo de reacción, maniobras sin señalizar, etc
OTROS FACTORES QUE PROVOCAN
DISTRACCIÓN
• Fumar y conducir: encender un cigarrillo se tarda una media de
4 segundos. A una velocidad de 100 km/h, en ese tiempo habremos recorrido 113
metros. Según las conclusiones de diversos estudios de investigación, fumar
mientras se conduce multiplica por 1,5
el riesgo de sufrir un accidente,
• El sueño y la fatiga son dos factores de riesgo muy desconocidos y a la vez muy implicados en
la accidentalidad vial: alcances traseros, salidas de la vía, o ciertas
invasiones del carril contrario contiguo son tipos de accidente muy frecuentes
por estos factores.
¿QUÉ DICE LA LEY?
La Ley de Seguridad Vial
considera infracción grave conducir utilizando manualmente dispositivos de
telefonía móvil, navegadores o cualquier otro sistema de comunicación, así
como, conducir utilizando cascos, auriculares u otros dispositivos que disminuyan la obligatoria atención permanente a la
conducción.
Estas infracciones suponen una
sanción económica de 200 euros y la pérdida de
3 puntos.
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