Centenario del Salón del 11 al 19 de mayo
- El Salón Internacional del Automóvil volverá a ser escenario de los principales estrenos tecnológicos ligados al mundo del motor
- La conectividad ha tenido desde hace tiempo un protagonismo propio en el Salón Internacional del Automóvil de Barcelona.
- En el último Mobile World Congress se realizó la primera prueba en calle abierta en Europa: el proyecto “5G Connected Car” impulsado por Seat y Telefónica, que permite la comunicación bidireccional entre vehículos e infraestructura como primer paso hacia una conducción cooperativa y autónoma.
El Salón Internacional del Automóvil volverá a ser escenario de los principales estrenos tecnológicos ligados al mundo del motor. La conectividad y el desarrollo del 5G abren las puertas a un futuro más seguro y lleno de posibilidades.
Esta quinta generación es el punto de entrada a la era de la conducción autónoma. Hasta la inminente llegada del 5G, con Barcelona como ciudad piloto, las diferentes generaciones han ido paralelas a la evolución de la conectividad dentro del automóvil, llevándolo a una nueva dimensión.
Si hay un elemento que cambia y cambiará el automóvil tal como lo conocemos, ese es la conectividad, un atributo de introducción muy reciente, cuya evolución irá a más y sin el cual no se entenderá el coche de las próximas décadas. Los expertos afirman que la próxima generación de telefonía y transmisión de datos, el 5G, lo transformará todo. Revolucionará el automóvil, permitirá la comunicación de los vehículos entre sí y de estos con la infraestructura y con los demás usuarios como en una enorme red wifi. Y, sobre todo, posibilitará la conducción autónoma.
A lo largo de las últimas décadas, conectividad y tecnología de datos han ido íntimamente ligadas. La evolución de la telefonía móvil ha sido trepidante, tras la llegada del 3G a comienzos del siglo pasado. Pero todo comenzó unos veinte años antes, en los años 80 aparecen los primeros móviles, muy rudimentarios y con tecnología 1G. A finales de esa década, los coches más lujosos empiezan a incorporar voluminosos teléfonos móviles como se mostraban en las ediciones del Salón Internacional del Automóvil de Barcelona. La tecnología era todavía analógica, solo estaban permitidas las llamadas de voz y sin transmisión de datos.
A mediados de los 90 llega la segunda generación de telefonía, el 2G, GSM, y poco después una versión mejorada, el 2,5G, GPRS. Los teléfonos pasan de analógicos a digitales y ya transmiten datos, todavía a muy baja velocidad, primero en forma de SMS y con la llegada del GPRS se introducen los mensajes multimedia, MMS. A finales de esta década, se populariza el teléfono móvil, un punto de inflexión para el inicio de la conectividad en el automóvil.
Los teléfonos evolucionaban al ritmo de las nuevas tecnologías móviles y de transmisión de datos. Sin Bluetooth -llegó unos años más tarde y permitiría conectar el sistema manos libres al audio del coche-, había que recurrir a los auriculares para hablar desde el coche con el móvil.
Con el 3G llegó una gran revolución. La tercera generación de telefonía, denominada UMTS, aparecida a mediados de la primera década del siglo, permitió un ancho de banda suficiente para conectarse a internet con el móvil, abrió un mundo de posibilidades y aumentó los servicios disponibles en el interior de los vehículos.
Cierto tipo de conectividad llega a mediados de la década pasada con los sistemas de navegación vía GPS y distintos tipos de infotainment. Se popularizan los reproductores CD, que en los coches más lujosos eran múltiples. Pero los reproductores mp3, como el iPod, se fueron imponiendo, introduciendo los fabricantes entradas de sonido primero de los propios reproductores y más tarde, de los smartphones. Importantes son el nacimiento del primer iPhone en 2007, considerado el primer Smartphone moderno, y el de Android, plataforma de Google.
La llegada del 4G hace poco más de un lustro multiplica la velocidad de transmisión de datos permitiendo consumir videos on line y archivos mayores. Poco a poco, las pantallas de los vehículos se convierten en la prolongación del teléfono móvil, tanto para los terminales con plataforma iOS como Android. Con el 4G, los vehículos de alta gama ofrecen internet, disponiendo de una SIM propia -otros permiten introducir la SIM del propietario- que se puede conectar con redes 3G o 4G. Por ejemplo Audi, con Audi Connect. Dentro de las ventajas de la conexión desde el vehículo, se encuentra una navegación activa, que indica el volumen de tráfico o la información meteorológica, pero también música, vídeos, noticias… En los últimos años, muchos fabricantes recurren al wifi en el coche por medio de routers, como Audi, BMW y Toyota, que conectan varios dispositivos.
Actualmente, según la 5G Automotive Association (5GAA) -que reúne a los principales implicados en el desarrollo de la tecnología 5G, desde empresas automovilísticas a tecnológicas-, existen más de 20 millones de vehículos en todo el mundo -para 2020 habrá 220 millones de coches conectados. Tienen la posibilidad de utilizar una aplicación básica de comunicación entre el coche y algún elemento externo C-V2X, a través de las redes del 4G y LTE. El 4G actual es lo suficientemente rápido para compartir actualizaciones de estado o para solicitar un vehículo de car sharing, un taxi, Uber o Cabify, pero no tiene la capacidad para dar a los coches los reflejos que podrían evitar accidentes, como sí lo hará un vehículo autónomo conectado con 5G, por su velocidad de respuesta.
Los vehículos, móviles con ruedas
¿Qué cabe esperar de la llegada del 5G al automóvil? Incrementará de forma importante el ancho de banda, reducirá los tiempos de respuesta, creando una auténtica red wifi global, conectándose con el resto de vehículos y con todos los elementos de la vía, sentando las bases del internet de las cosas (IoT). Con conectividad súper rápida y supersegura, permitirá a los vehículos coordinar trayectorias y anticipar las maniobras de los otros. Con el 5G, el riesgo de accidentes se podría reducir en un 68% según la 5GAA. Los vehículos serán auténticos móviles con ruedas.
En la primera prueba llevada a cabo en el pasado Mobile World Congress, más de cincuenta periodistas y representantes institucionales conocieron de primera mano el proyecto “5G Connected Car” impulsado por Seat y Telefónica. En el entorno del Congreso, se llevó a cabo la primera prueba realizada en calle abierta en Europa. El 5G Connected Car permite la comunicación entre el vehículo, la infraestructura y el resto de coches y es el primer paso para lograr una conducción cooperativa y autónoma.
El 5G hará visible lo invisible tal y como lo expresa Nissan con su I2V o invisible lo visible, una futura tecnología que se incluirá en la movilidad Inteligente que están poniendo a prueba con Docomo y que combina los mundos real y virtual. La información de los sensores dentro y fuera del vehículo con datos de la nube permite al conductor «ver lo invisible», como puede ser lo que hay en la carretera, tras un edificio o una esquina.
La conectividad ha tenido desde hace tiempo un protagonismo propio en el Salón Internacional del Automóvil de Barcelona. Tanto en la edición de 2015, con la zona Connected Car, apoyada en gran parte por el Mobile World Congress, como la Connected Street de 2017 del rebautizado Automobile Barcelona, han sido escenario de las últimas novedades del momento. Y también lo será en el Salón del Centenario la nueva edición de la Connected Street, una pasarela tecnológica para conocer la fusión entre automoción y tecnología y en donde los visitantes podrán, entre otras demostraciones, experimentar las sensaciones de viajar en un coche autónomo.
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