El Plan TP de la asociación ATUC plantea limitar el uso del vehículo
privado y más inversión en transporte público para ganar usuarios
En un momento en el que todas las
administraciones se están replanteando la movilidad en las ciudades con medidas
más o menos ambiciosas, la asociación del transporte urbano colectivo (ATUC)
quiere desmontar cualquier planteamiento que proponga la gratuidad del sistema,
ya sea en episodios de alta contaminación o como medida continuada en el
tiempo. En su lugar, propone como alternativa un “billete gris” de un día de
validez equivalente al coste diario de un abono mensual de transportes.
Esta medida es una de las
principales apuestas del sector del transporte público recogidas en el Plan TP
(accede al plan aqui online) presentado hoy y que ATUC trasladará en las
próximas semanas a las distintas administraciones con el objetivo de conseguir
ciudades más habitables y con mayor calidad de vida.
Para la entidad la gratuidad
del transporte público no se sostiene por sí misma porque en realidad nada es
gratis. Toda financiación que no está respaldada por unas tarifas tiene que ser
asumida por la Administración y, por tanto, por los impuestos de todos los
ciudadanos.
Además, la asociación
considera que la gratuidad transmite la idea de que se regala el transporte al
que precisamente causa el problema, generando el efecto contrario al que se
persigue, gratificando al que contamina y penalizando al que apuesta por medios
sostenibles (que no disfrutaría de esa
gratuidad al haber pagado por adelantado sus abonos).
Y, además, el precio en
realidad no es algo decisivo para aquellos que optan por ir en coche, habida
cuenta de que sus costes son mucho más elevados, por lo que pueden asumir sin
problemas el precio de un billete de autobús, tren o metro.
Reordenar el espacio urbano
El Plan TP hace hincapié en la
necesidad de reordenar el espacio urbano, ya que en la actualidad está dedicado
al coche en un 90% a pesar de que así se mueve sólo un 25%, lo que conlleva al
mismo tiempo una reducción de los vehículos en circulación.
Para ello ATUC plantea como
medidas el aumento de las zonas restringidas a la circulación en vehículo
privado en el centro de las ciudades, limitándose a residentes; o la ampliación
de carriles bus y bici, de espacios peatonales y de zonas de estacionamiento
regulado. Otras iniciativas son la creación de aparcamientos disuasorios en las
entradas a las ciudades, carriles BUS-VAO en las vías de acceso e
intercambiadores de transporte público P+R (park and ride).
Sin embargo, toda medida
restrictiva del vehículo privado debe ir acompañada de medidas que potencien el
transporte público y que permita ganar adeptos. La clave aquí está en la
infraestructura del sistema para poder aumentar la frecuencia y la velocidad
comercial, lo que requiere un aumento de la inversión pública. En concreto, el
Plan TP propone dirigir esa inversión a implantar sistemas de prioridad
semafórica, desarrollar sistemas de transporte a demanda, aumentar el número de
plataformas reservadas al transporte público, etc.
Sin embargo, la situación
actual no es halagüeña, ya que la inversión anual en transporte público se
redujo a la mitad desde 2008, pasando de 1.761 a 928 millones de euros en 2014
(último dato oficial disponible), por lo que es indispensable volver al menos a
cifras de hace una década, máxime en un contexto de mayor dinamismo económico
con una correlación directa entre la recuperación del empleo y el uso del
transporte público.
Sin financiación estable ¿es
posible?
El Plan TP plantea además una
batería de medidas políticas, legales y fiscales para articular su puesta en
marcha. La primera e inexcusable es una Ley de Financiación Estatal del Transporte
Público como existe en el resto de países europeos que determine cuánto sufraga
el Estado, las CC.AA y los ayuntamientos, los criterios de reparto y a cinco
años vista al menos. Esto permitiría a las partes implicadas actuar con
previsibilidad y saber en qué y cuánto pueden invertir.
La ley también establecería un
protocolo para la financiación de medidas sociales que impliquen subvención al
transporte (reducción de precio o gratuidad a colectivos sensibles, tercera
edad, menores, etc.).
Asimismo, el Plan TP reclama
que al transporte público se le considere bien de primera necesidad, y como tal
tributar con el IVA superreducido (4%), y no con el actual reducido (10%).
Según el secretario general de
ATUC, Jesús Herrero, “queda mucho por hacer para lograr ese cambio en la
movilidad, pero ya existe plena concienciación en los ayuntamientos de que la
situación actual es insostenible. De hecho, planteamos una alianza de ciudades,
un encuentro en el que los municipios puedan compartir sus ideas e iniciativas
de movilidad y caminar así hacia un modelo lo más homogéneo posible. Este sería
un primer paso para acercarnos además a la integración tarifaria y modal, ya
que lo que cuenta es el viaje y el usuario, no el medio ni las etapas”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Solo comentarios relacionados con la información de la página.