Sistema de propulsión alternativo para el nuevo Audi
A4 Avant
Motor Bi-fuel 2.0 TFSI dotado de un innovador proceso
de combustión
El Audi e-gas proporciona movilidad libre de emisiones
CO2
– Deportivo, versátil y
con bajas emisiones de CO2. Con su comercialización programada para finales de
2016, el Audi A4 Avant g-tron es otra propuesta de Audi para la movilidad
sostenible del futuro. Siguiendo la estela iniciada por el Audi A3 Sportback
g-tron, es el segundo modelo de la marca que puede utilizar gas natural o Audi
e-gas de producción sostenible.
El A4 Avant g-tron es, simultáneamente, deportivo,
eficiente y extremadamente económico. El motor está basado en el nuevo 2.0 TFSI
desarrollado por Audi, que ofrece un avanzado y altamente eficiente proceso de
combustión. La unidad de potencia turboalimentada produce 170 CV (125 kW). Su
par máximo de 270 Nm está disponible en torno a las 1650 rpm. Los pistones y
las válvulas han sido especialmente modificados para funcionar con gas y
permitir un óptimo índice de compresión. Un controlador electrónico reduce la
elevada presión de más de 200 bares del gas procedente del depósito hasta
alcanzar una presión de trabajo de 5 a 10 bares en el motor. Este sistema de
control de la presión se realiza de forma dinámica y precisa en respuesta a los
requerimientos que el conductor exige del motor. La presión correcta está así
siempre presente en los conductos del gas y en las válvulas de inyección: baja
presión para una conducción eficiente a bajos rangos de velocidad, y presiones
más altas para obtener mayor potencia y par.
Según las mediciones NEDC, el Audi A4 Avant g-tron
consume menos de cuatro kilogramos de CNG (gas natural comprimido) cada 100
kilómetros, lo que se traduce en unos costes de combustible para el cliente de
menos de cuatro euros (precios de octubre 2015). Las emisiones de CO2 son
inferiores a los 100 gramos por kilómetro. La capacidad del depósito es de 19
kilogramos de gas, suficientes para disponer de una autonomía superior a 500
kilómetros. Cuando el contenido de gas en el depósito cae por debajo de 0,6
kilos —cantidad análoga a una presión residual de 10 bar— la unidad de control
cambia al funcionamiento en modo gasolina. El A4 Avant g-tron puede entonces
cubrir una distancia adicional de 450 kilómetros en este modo. La autonomía
potencial total es comparable a la de un coche dotado con un motor TDI.
Las bocas de llenado de los depósitos de gas y de
gasolina están situadas una junto a la otra en idéntico emplazamiento bajo una
misma tapa. Después de repostar y siempre que la temperatura no sea muy fría,
el motor inicia su arranque en modo gasolina, cambiando después, tan rápido
como sea posible, a funcionar con gas natural. Dos indicadores en el cuadro de
mandos mantienen al conductor al corriente de los niveles de llenado de ambos
depósitos. El sistema de información al conductor muestra el consumo de
combustible en el modo de funcionamiento activo.
Audi instala los cuatro depósitos cilíndricos de CNG
como un único módulo compacto en la parte trasera del A4 Avant. Cada uno de
ellos ha sido específicamente dimensionado y adaptado al espacio disponible.
Están protegidos por un recubrimiento de chapa de acero y unas correas tensoras
sostienen los cilindros y los protegen contra posibles daños. El módulo completo del depósito CNG, que
también incluye el depósito de gasolina de 25 litros, se fija a la carrocería
durante la producción del A4 Avant. La rueda de recambio habitual se ha
eliminado, y la batería varía su emplazamiento desde el compartimento de
equipajes al vano motor. El piso del maletero cuenta incluso con su borde en la
zona de carga, lo que permite ofrecer un espacio para el equipaje completamente
funcional.
Los depósitos de CNG, con una presión de
funcionamiento de 200 bares a 15 grados Celsius, siguen el principio de
construcción ultraligera de Audi. Gracias a su innovador diseño, su peso es un
56 por ciento inferior al de unos depósitos
comparables realizados en acero. Su capa interna es una matriz de
poliamida estanca a los gases. La segunda capa, un compuesto formado por
polímeros reforzados con fibra de carbono (CFRP) y polímeros reforzados con
fibra de vidrio (GFPR), proporciona la máxima resistencia. La tercera capa está
realizada en GFPR y sirve principalmente de ayuda para una primera inspección
visual en caso necesario, al volverse de un color blanco lechoso en caso de
daño. Antes de ser instalado en el coche, cada depósito es probado a 300 bar
durante la fase de producción, por lo que la presión máxima que soportan es aún
más alta y supera con creces los requerimientos legales.
Con Audi e-gas producido en Alemania, el A4 Avant
g-tron es un vehículo que funciona libre de emisiones de CO2. El e-gas es
metano sintético que se obtiene a partir de agua y CO2 con la ayuda de
electricidad sostenible en plantas “power-to-gas”. Audi puso en marcha la
primera planta del mundo de este tipo para la producción de Audi e-gas a escala
industrial en Werlte, pero ahora también produce e-gas en otras instalaciones.
Con la tecnología “power-to-gas”, la marca de los cuatro aros hace que sea
posible almacenar excesos de energía renovable, una valiosa contribución a la
transición energética. La compañía y sus socios están impulsando intensamente
el desarrollo de varios combustibles sintéticos conocidos como Audi e-fuels,
incluso mediante nuevos procesos biológicos de producción.
En Alemania, el conductor puede repostar combustible
utilizando la tarjeta Audi e-gas de reabastecimiento de combustible como en el
caso del Audi A3 Sportback g-tron, la cual sirve como un medio de pago y al
mismo tiempo como instrumento para equilibrar las emisiones. A partir de la
información transferida durante el pago, Audi alimenta la red alemana de gas
natural con la cantidad equivalente a la carga de gas repostada por el cliente. De este modo, Audi logra una
movilidad completamente neutra de emisiones CO2
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