Año 2002: un equipo de 25 personas procedentes de los
departamentos de planificación de producto, ingeniería, diseño y desarrollo de
negocio se dieron cita en el Centro Técnico de Nissan en Japón para
desarrollar, durante un proyecto de 12 meses de duración, la siguiente
generación del Nissan Almera. Pensado originalmente como un coche de tamaño
ligeramente superior, debía competir con modelos como el SEAT Altea o el
Volkswagen Golf Plus.
A los nueve meses del proceso, el día 13 de diciembre
de 2002, el equipo del proyecto decidió que el nuevo modelo no sería viable y
que el coche no dispondría de las innovaciones que Nissan deseaba mostrar ni
respondería a las expectativas de los clientes de una marca líder.
Peter Brown, Responsable de evaluación de vehículos en
el Centro Técnico de Nissan Europa (NTCE), comenta: “Me acuerdo perfectamente.
Analizamos los números y nos dimos cuenta que el nuevo Almera no sería tan
competitivo como deseábamos. No reflejaba la innovación y la emoción que son
los valores de Nissan y no seguía la misma dirección iniciada con productos tan
emocionales como el 350Z, el X-Trail 4x4 o la tercera generación del Micra.”
“Entonces, mi colega Hirohide Tagawa sugirió una
especie de mini Murano, que pensaba que podría romper las barreras de acceso al
mercado de los SUV, muy de moda en los años precedentes.”
Volvamos a 2002. Los SUV estaban ganando popularidad y
se convertirían en el único segmento que mantendría un crecimiento sostenido en
el mercado europeo desde las 316.000 unidades de 2002 hasta las 714.000
vendidas en 2009[1] tras el lanzamiento de la primera generación del Qashqai,
el primer crossover del mercado. Actualmente, el mercado europeo de los SUV
supera los 1,26 millones de unidades.
Pese a ello, en aquel momento existían todavía
notables barreras para muchos compradores tradicionales de coches. “Los
estudios con clientes de SUV y con potenciales compradores del nuevo modelo
pusieron de manifiesto la existencia de numerosas desventajas atribuidas a los
SUV tradicionales que impedían que los clientes habituales de compactos de
cinco puertas dieran el paso de comprar un SUV. Entre estos inconvenientes, los
clientes nombraron el consumo elevado, la pobre calidad de los acabados, el
ruido en el habitáculo, un tamaño excesivo para maniobrar en ciudad y, en
general, la poca adecuación de los SUV a una utilización cotidiana.”
“Conseguimos convencer a los responsables del negocio
de que seríamos capaces de superar esas barreras a base de mantener algunas de
las principales virtudes de los compactos tradicionales y añadir los elementos
de un SUV que resultaran más atractivos para los clientes. De este modo nació
la idea del primer “crossover” tal como la conocemos actualmente”
Lo que siguió fue un periodo de pruebas y estudios de
mercado en los que el equipo investigó la viabilidad de crear un vehículo no
muy alejado del concepto del X-Trail, pero con el confort de un turismo y unos
costes de utilización contenidos en un formato similar al de un compacto.
Puesto que el modelo se pensó inicialmente sólo para
el mercado europeo, los ingenieros del Centro Técnico de Nissan Europa (NTCE)
en Cranfield, Gran Bretaña, recibieron el encargo de desarrollar la estructura
de lo que, eventualmente, podría llegar a ser la primera generación del Nissan
Qashqai.
“Esta era sólo la segunda vez que el NTCE recibía el
encargo, desde Japón, de liderar el desarrollo de un nuevo modelo desde Gran
Bretaña y estábamos muy emocionados con la idea de crear algo nunca visto hasta
entonces.
“La idea era muy simple. Se trataba de hacer un SUV
tradicional pero más barato, más ágil y más compacto. De este modo partimos del
enfoque ‘Trois3 Fusion’ que combinaba un diseño atractivo y un habitáculo espacioso
con una posición de conducción elevada propia de un SUV.”
Sin precedentes en los que inspirarse y sin rivales
directos a los que enfrentarse, Nissan desarrolló un conjunto simple pero efectivo de
algoritmos para ayudar en la definición de las dimensiones y las prestaciones
de esta nueva raza de crossover que vería la luz bajo el nombre de
Qashqai.
“Al mantener la posición de conducción elevada, las
ruedas grandes y la distancia libre al suelo propias de un SUV pero modificando
por completo el habitáculo para que los pasajeros tuvieran la impresión de
viajar sentados en un turismo compacto convencional, nos dimos cuenta que
podíamos desarrollar un coche dirigido tanto a los clientes de compactos como a
los de un SUV.”
La posición elevada de los reposabrazos, los laterales
altos y la consola central inspirada en la de los turismos de 5 puertas
permitió a Nissan ofrecer un habitáculo orientado al conductor que convenciera
a los compradores de compactos y mantener el placer de conducir en un vehículo
realmente innovador.
El desarrollo del Qashqai continuó en 2003 y 2004. El
NTCE trabajó con un Renault Scénic 1.5 dCi como mula de pruebas para definir la
posición de conducción y las tecnologías del nuevo modelo mientras que el
departamento de planificación de producto organizó los primeros estudios con
posibles clientes de coches familiares convencionales y SUV. Un trabajo que
habitualmente hubiera durado 18 meses se completó en apenas nueve.
El nuevo Qashqai se presentó como concept en el Salón
de Ginebra de 2004 y fue acogido con división de opiniones. Los medios
especializados eran reticentes a aceptar la idea de que existiera un hueco de
mercado para el revolucionario modelo de Nissan. Y no fueron los únicos.
“La mayoría de medios expresó las mismas reservas que
buena parte de los actores de la industria del automóvil. ¿Realmente un
crossover representaba una mezcla de lo mejor de dos mundos o se trataba
simplemente de un intento de buscar clientes en los segmentos de los compactos
y los SUV?
“Creamos algo completamente distinto a todo lo que
habíamos hecho hasta entonces y lo pusimos en el mercado lo que siempre
comporta un notable riesgo.”
En unas pruebas de invierno previas a la presentación
del modelo llevadas a cabo en enero de 2006 en el Circulo Polar Ártico
finlandés, los medios tuvieron la posibilidad de tomar contacto con este nuevo
concepto por primera vez y reconocieron su planteamiento único. Allí se dieron
cuenta de que la idea era buscar un mix relativamente bajo de versiones 4WD,
característica que considerábamos como una de las más importantes diferencias
respecto a la competencia.
“Decidimos que sólo el 40% de las ventas serían de
versiones 4WD frente a modelos SUV como el X-Trail o el Toyota RAV4 cuya oferta
4WD era del 100%. Reducir la producción de versiones 4x4 a la mitad era un
riesgo considerable que debimos asumir.
“Vimos que la mayoría de compradores de SUV 4WD
utilizaban muy poco todas las posibilidades del coche y muy pocos de entre
ellos lo usaban fuera de carretera. Para hacer un coche más asequible y mejorar
el consumo decidimos introducir el motor diésel de 1,5 litros y el gasolina de
1,6 en la gama de motores del Qashqai además de los motores de 2 litros que
usábamos en el X-Trail.”
El nuevo Nissan Qashqai se presentó a nivel mundial en
el Salón de París de 2006 y salió a la venta en febrero de 2007. Pese a las
reticencias iniciales se convirtió en el modelo de más éxito en los 80 años de
historia de Nissan. A finales de 2007, Nissan había vendido cerca de 100.000
Qashqai en Europa y hoy, ocho años después, se han vendido más de 2,6 millones
de unidades en todo el mundo.
En 2010, Nissan volvió a obtener una nueva posición de
liderato con el Nissan Juke, su crossover compacto, abriendo una vez más un
segmento completamente nuevo en el mercado. Del Juke se han vendido ya más de
650.000 sólo en Europa (cerca de un millón a nivel global), e inauguró un nuevo
segmento en el mercado de los crossover que representa actualmente 700.000
ventas cada año en Europa[2]. La nueva generación del X-Trail, lanzado en 2014,
completa la gama y se ofrece a los tradicionales compradores de SUV de tamaño
grande.
“Decir que el desarrollo del Qashqai fue una de las
cosas que más satisfacciones me aportó en mi vida es una obviedad. Requirió más
implicación del NTCE que cualquier otro modelo y nos generó un sentimiento de
que estábamos ante algo muy especial y muy nuestro que se ha mantenido durante
los ocho años de vida del Qashqai.”
“Ha sido una fantástica experiencia ver la evolución
del coche durante dos ciclos completos y como las ventas han aumentado cada vez
más.”
El año pasado, las ventas de modelos crossover de
Nissan superaron las 400.000 unidades en Europa[3] con un 14,7% de cuota de
mercado. Sólo en 2014, más de 240.000 clientes eligieron al pionero Nissan
Qashqai por su diseño, su eficiencia y sus avanzadas tecnologías. Nissan ofrece
actualmente la gama de crossover con la oferta de motores más amplia del
mercado.
[1] Fuente: JATO Dynamics
[2] Fuente: JATO Dynamics
[3] Fuente: Nissan Europe
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