1985 fue un año dorado para Volvo en el deporte del
motor. “El ladrillo volante” —el Volvo 240 Turbo— ganó el Campeonato Europeo de
Turismos (ETC) y su equivalente alemán, el Deutsche Touringwagen Meisterschaft
(DTM).
Cuando Volvo lanzó su vehículo station wagon 240 en
1981 con un motor turbo, abrió un nuevo mercado para la empresa. Con él, Volvo
demostró que no solo era capaz de construir vehículos seguros y resistentes,
sino que además podían ser veloces y divertidos de conducir. El robusto motor
B21ET de 2,1litros con turbocompresor generaba 155 CV, lo que significaba que
el 240 Turbo podía pasar de 0 a 100km/h en 9segundos y alcanzar una velocidad
máxima de 195km/h. El 240 Turbo Estate era el Station Wagon más rápido del
mundo.
En 1982 se introdujo una nueva normativa internacional
para el Grupo A. Los vehículos utilizados en competición debían salir
directamente de la línea de montaje y el número de modificaciones debía
limitarse. Para competir cumpliendo la normativa para el Grupo A, tenían que
construirse al menos 5000 vehículos del modelo correspondiente cada año. Debían
tener al menos cuatro asientos y el peso mínimo era proporcional a la capacidad
del motor. La normativa se adecuaba perfectamente al Volvo 240 Turbo.
Además, debían construirse al menos 500 vehículos de
los llamados evolución, razón por la que se creó el 240 Turbo Evolution. En
julio de 1983, los 500 vehículos alineados en dos campos de Estados Unidos —uno
en la costa oeste y otro en la costa este— se presentaron ante la inspección
para garantizar su uniformidad. Los vehículos tenían turbos más grandes,
sistemas de control del motor modificados y turbotracción por agua, lo que
significaba que se inyectaba agua en la admisión, un invento desarrollado y
patentado por Volvo.
1984 fue el año en el que el 240 Turbo empezó a
competir de verdad en las carreras del Grupo A. Volvo tenía la responsabilidad
de construir y garantizar que los componentes obligatorios fueran uniformes. De
la competición se encargaban equipos independientes. El primer año el dividendo
fue de dos victorias. Los suecos Ulf Granberg y Robert L. Kvist ganaron la
carrera ETC de Zolder, Bélgica, mientras que su compatriota Per Stureson ganó
en el circuito alemán de Norisring en la primera temporada del DTM.
Los objetivos de Volvo se ampliaron en 1985. Se
contrataron dos nuevos equipos para trabajar como equipo de fábrica. No solo
debían vencer a competidores como Rover y BMW, sino que debían competir entre
sí.
El equipo suizo Eggenberger Motorsport participó en
ETC con el nombre de Volvo Dealer Team Europe. Los pilotos eran el sueco Thomas
Lindström, Sigi Müller Jr. de la República Federal de Alemania, el italiano
Gianfranco Brancatelli y el belga Pierre Dieudonné.
El otro equipo de la ETC era el Magnum Racing de
Suecia. Ulf Granberg, Anders Olofsson e Ingvar Carlsson eran los pilotos.
Además, IPS Motorsport compitió en el DTM. Per
Stureson recibió para la incipiente temporada un vehículo nuevo y competitivo,
con mayor potencia y más fácil de manejar. Al principio, los rivales y el
público no se tomaron muy en serio a los fornidos Volvo. Pero estos «ladrillos
volantes» demostrarían muy pronto su carácter competitivo, a pesar de
enfrentarse a vehículos con motores bastante más grandes como el Rover 3500 V8
y el BMW 635.
La versión deportiva del Volvo 240 Turbo tenía culatas
y pistones forjados, bielas y cigüeñales de aluminio. La inyección utilizaba un
sistema Bosch K-jetronic hecho a medida y el turbocompresor Garrett llegaba
hasta 1,5 bares. El resultado era que el motor de 2,1 litros generaba unos 300
CV y permitía al vehículo alcanzar una velocidad máxima de 260 km/h.
Todas las piezas extraíbles de la carrocería, como las
puertas y el capó, eran de un metal más fino que el de los vehículos de
producción. El eje trasero pesaba seis kilos menos, los frenos tenían pinzas de
cuatro pistones y discos ventilados. Un sistema de repostaje rápido permitía
llenar el vehículo con 120 litros de gasolina de alto octanaje en solo
20segundos.
El 13 de octubre de 1985, tras la carrera en el
circuito de Estoril, Portugal, todo terminó. Volvo había ganado seis de las 14
carreras y Lindström/Brancatelli habían barrido en toda la serie ETC. Además,
Per Stureson se alzó con el campeonato alemán DTM después de una victoria y
cinco podios.
Por si ETC y DTM no fueran suficiente, Volvo también
ganó los campeonatos para turismos de Finlandia, Portugal y Nueva Zelanda en
1985. Por otra parte, un 240 Turbo con volante a la derecha venció en el
campeonato de rally de Escocia ese mismo año.
El interés por la historia de Volvo en el Grupo A
durante los años 80 ha precedido al 30
aniversario de las victorias de 1985. Por ejemplo, en las celebraciones
que tuvieron lugar en la mayor reunión mundial del Volvo —VROM— en Gotemburgo
durante el mes de agosto.
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