La respuesta quizá no sea la esperada, puesto que, al contrario de lo que muchos hayáis podido imaginar, no hay ninguna malicia en este animal. Lo que podemos ver en la imagen es, simplemente, un gigantesco elefante rascándose contra un Volkswagen Polo en Sudáfrica.
Afortunadamente para los ocupantes de este Volkswagen
Polo, el enorme elefante tan solo utilizó el vehículo para aliviarse de los
picores que le aquejaban, sin que ello les causara ningún daño personal. Ahora
bien, peor suerte corrió el vehículo, ya que el “rascado” del animal acabó por
pasarle factura: tres de los cuatro neumáticos reventados, el techo y el capó
abollado y algún que otro cristal roto.
En esta imagen podemos ver perfectamente al elefante
disfrutando del alivio posterior a quitarse un molesto picor. La imagen habla
por si sola.
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