La depresión, la ansiedad o
la hostilidad son tres de los síntomas con una mayor presencia entre aquellas
personas que han sufrido la pérdida de un ser querido en un accidente de
tráfico, según revela el estudio 'Secuelas Psicosociales en Familiares de Fallecidos
por Accidentes de Tráfico en España'.
La Asociación Estatal de
Víctimas de Accidentes DIA ha dado a conocer los resultados del citado informe,
con motivo de la celebración del Día Mundial en Recuerdo a las Víctimas de
Accidentes de Tráfico este domingo, 16 de noviembre.
El estudio 'Secuelas Psicosociales
en Familiares de Fallecidos por Accidentes de Tráfico en España' ha sido
elaborado por Asociación DIA, con la colaboración y apoyo de la Dirección
General de Tráfico (DGT) y la Fundación ONCE.
Según ha informado DIA este
viernes, el estudio aborda la presencia de secuelas como las somatizaciones
(dolores corporales), obsesiones y compulsiones, sensibilidad interpersonal
(sentimientos de timidez, vergüenza), depresión, ansiedad, hostilidad, ansiedad
fóbica, ideación paranoide y psicoticismo, entre otros, en familiares que han
perdido a un ser querido por accidente.
Así, la encuesta revela que
más del 50% de los familiares ha vivido una u otra sintomatología corpórea
desde que su familiar perdió la vida. En concreto, un 53,3% tiene dolores de cabeza
en mayor o menor medida, un 56,7% afirma tener una percepción de nudo en la
garganta, mientras que el 40% tiene entumecimiento u hormigueo en alguna parte
del cuerpo y el 50% ha sufrido ahogos o dificultad para respirar.
Por otro lado, un 76,7% se
muestra preocupado por la aparición de pensamientos, palabras o ideas que no
son deseadas y que no se van de su mente. Además, un 53,3% de las víctimas
tiene dificultad para recordar las cosas y un 61,3% sufre malestar ante la
dificultad en tomar decisiones. También, un 80% presenta problemas para
concentrarse.
Igualmente, un 69,7% afirma
siente que los demás no le comprenden o no le hacen caso y el 69% afirma
sentirse bajo de energías o decaído. También un 55% dice sentir malestar por
tener ideas de acabar con su vida y un 16,2% de estos afirma estar preocupado
bastante o extremadamente.
En cuanto a la
responsabilidad sobre el accidente, un 40% confirma sentirse afectado levemente
por culparse a sí mismo de todo lo que pasa. Así, los sentimientos de culpabilidad
son experimentados de forma problemática en un 65,5%. Un 53,6% afirma de menor
o mayor modo que sí están afectados por la sensación de sentirse inútil o no
valer nada.
Miedos
Sobre el temor, la encuesta
revela que un 58,1% tiene miedo de repente y sin razón y que un 70% tiene
pensamientos de que va a pasar algo malo, al tiempo que el 50% de los
entrevistados confirma sufrir pensamientos o imágenes estremecedoras o que le
dan miedo.
En este sentido, un 46,7%
afirma tener temor de viajar en coche, autobuses, metros o trenes y un 70%
padece una vivencia de distancia ante el mundo, sin sensación de intimidad con
nadie. Por otro lado, el 55,6% confirma sentirse solo aunque esté con más
gente.
Un 83,3% tiene dificultad
para conciliar el sueño y un 83,9% sufre malestar ante los despertares
nocturnos. Un 87,1% sufre sueño inquieto o perturbado que les afecta
negativamente. Por último, un 74,2% se muestra preocupado ante la falta de
apetito.
"Creemos que no se está
haciendo lo suficiente para reducir la siniestralidad vial. Tampoco entendemos
que el Código Penal sea tan blando con aquellos que han cometido delitos de
Tráfico con víctimas mortales. Queda mucho por hacer", ha afirmado el
presidente de DIA, Francisco Canes.
En relación con las secuelas
que padecen los familiares y allegados de las víctimas, Canes ha dicho que
"todos estos síntomas, especialmente los depresivos, deben ser tratados de
manera inmediata y adecuada por profesionales especializados". "Las
víctimas de tráfico y sus familiares no están recibiendo el tratamiento
postraumático adecuado', ha criticado.
Reivindicaciones
La asociación ha pedido
intensificar las campañas de concienciación, los controles, mayor presencia de
la Guardia Civil, mejora y mantenimiento de las vías y eliminación de puntos
negros y tramos de concentración de accidentes.
"Consideramos vital un
endurecimiento de las penas. El Código Penal es demasiado benevolente cuando
hablamos de siniestros de tráfico con víctimas mortales. Vidas enteras y
familias destrozadas por personas que deciden ponerse al volante con copas de
más y muchas veces vemos que no entran en prisión. Es intolerable", ha
concluido Canes.
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