Las factorías de la industria del automóvil podrían estar
en serio peligro en un medio largo plazo si uno de los inventos de este siglo
se confirma como revolución de los procesos de producción: la impresión en 3D,
que es capaz de materializar diseños tridimensionales realizados por ordenador,
y por lo tanto fabricar coches ultraligeros, más eficientes... Y más baratos.
Ya hay, de hecho, ejemplos de vehículos producidos a
partir de una impresora 3D. Es el caso, por ejemplo, de Jim Kor, un ingeniero
mecánico con más de tres décadas de experiencia en el diseño de vehículos, que
lleva varios años tratando de hacer realidad su sueño de construir un automóvil
de ese modo. Y lo ha conseguido: la compañía que dirige, Kor Ecologic, ha
logrado diseñar un vehículo híbrido biplaza, llamado Urbee, gracias al centro
de impresión 3D bajo demanda estadounidense RedEye.
Según señala la revista Wired en su edición digital, las
impresoras de esta empresa utilizan plástico y aerosoles para moldear cada
parte del coche mediante muchas capas microscópicas y son máquinas tan
automatizadas que el proceso, de modelado por deposición fundida, se conoce
como "luces fuera", ya que el diseñador puede limitarse a activarlas,
apagar la luz y marcharse.
Los problemas de la impresión 3D...
Sin duda, de llevar semejante tecnología hasta sus
últimas consecuencias en la producción de vehículos, la impresión 3D supondría
una amenaza sin precedentes para las factorías de automóviles, que ya no
precisarían de la masa de empleados de que constan en la actualidad. Esto, sin
embargo, es algo que, a pesar de que las impresoras 3D se van popularizando
poco a poco, parece aún una situación demasiado lejana.
El gran problema de este peculiar modo de producción, sin
embargo, es que, al menos por ahora, en producir cada parte se puede tardar
varias decenas de horas y un solo coche, de unos tres metros de longitud, lleva
hasta 2.500 horas de producción.
Por ejemplo, en fabricar un parachoques puede tardarse
más de cien horas, pero el resultado es tan eficaz (la impresora es capaz de
añadir grosor y rigidez con capas en ciertas áreas) que, pese a tener un menor
peso, puede llegar a ser tan resistente como el de un Toyota Prius.
... Y la solución adoptada por Kor
Pero para facilitar el proceso de producción, Kor ha
desarrollado un método que puede mejorar aún más las prestaciones del producto
final. "La tesis que seguimos es coger varias partes pequeñas de un coche
grande y ensamblarlas en piezas más grandes", indica.
Y, claro, sí hay una zona en la que no habrá plástico;
bajó el capó, lógicamente, su mecánica, híbrido, estará compuesta de metal. En
el prototipo, entrega 10 CV de potencia y hasta una velocidad de 65 km/h es
capaz de funcionar en modo cero emisiones, sólo con la fuerza de su motor
eléctrico.
EcoMotor.es
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