domingo, 12 de mayo de 2013

COCHES FABRICADOS POR IMPRESIÓN 3D: ¿UNA OPORTUNIDAD O UNA AMENAZA?


Las factorías de la industria del automóvil podrían estar en serio peligro en un medio largo plazo si uno de los inventos de este siglo se confirma como revolución de los procesos de producción: la impresión en 3D, que es capaz de materializar diseños tridimensionales realizados por ordenador, y por lo tanto fabricar coches ultraligeros, más eficientes... Y más baratos.





Ya hay, de hecho, ejemplos de vehículos producidos a partir de una impresora 3D. Es el caso, por ejemplo, de Jim Kor, un ingeniero mecánico con más de tres décadas de experiencia en el diseño de vehículos, que lleva varios años tratando de hacer realidad su sueño de construir un automóvil de ese modo. Y lo ha conseguido: la compañía que dirige, Kor Ecologic, ha logrado diseñar un vehículo híbrido biplaza, llamado Urbee, gracias al centro de impresión 3D bajo demanda estadounidense RedEye.

Según señala la revista Wired en su edición digital, las impresoras de esta empresa utilizan plástico y aerosoles para moldear cada parte del coche mediante muchas capas microscópicas y son máquinas tan automatizadas que el proceso, de modelado por deposición fundida, se conoce como "luces fuera", ya que el diseñador puede limitarse a activarlas, apagar la luz y marcharse.

Los problemas de la impresión 3D...
Sin duda, de llevar semejante tecnología hasta sus últimas consecuencias en la producción de vehículos, la impresión 3D supondría una amenaza sin precedentes para las factorías de automóviles, que ya no precisarían de la masa de empleados de que constan en la actualidad. Esto, sin embargo, es algo que, a pesar de que las impresoras 3D se van popularizando poco a poco, parece aún una situación demasiado lejana.

El gran problema de este peculiar modo de producción, sin embargo, es que, al menos por ahora, en producir cada parte se puede tardar varias decenas de horas y un solo coche, de unos tres metros de longitud, lleva hasta 2.500 horas de producción.

Por ejemplo, en fabricar un parachoques puede tardarse más de cien horas, pero el resultado es tan eficaz (la impresora es capaz de añadir grosor y rigidez con capas en ciertas áreas) que, pese a tener un menor peso, puede llegar a ser tan resistente como el de un Toyota Prius.

... Y la solución adoptada por Kor
Pero para facilitar el proceso de producción, Kor ha desarrollado un método que puede mejorar aún más las prestaciones del producto final. "La tesis que seguimos es coger varias partes pequeñas de un coche grande y ensamblarlas en piezas más grandes", indica.

De este modo, utilizando una sola pieza en lugar de varias, se reduce la resistencia de rodadura, ya que existe menos espacio entre ellas. El resultado es un vehículo excepcionalmente aerodinámico con un coeficiente que en el Urbee, con su forma de lágrima, alcanza sólo 0,15.

Y, claro, sí hay una zona en la que no habrá plástico; bajó el capó, lógicamente, su mecánica, híbrido, estará compuesta de metal. En el prototipo, entrega 10 CV de potencia y hasta una velocidad de 65 km/h es capaz de funcionar en modo cero emisiones, sólo con la fuerza de su motor eléctrico.
EcoMotor.es

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