El sector de la reparación y mantenimiento de vehículos
vuelve a cerrar con tendencia negativa el primer trimestre del año,
contabilizando un descenso de la demanda de más del 2 por ciento en relación a
los tres primeros meses de 2012, según datos de la Federación Española de
Empresarios Profesionales de Automoción, CONEPA.
La entidad alerta de que,
aunque la citada cifra supone una caída porcentual menor con respecto a
anteriores ejercicios (a estas mismas alturas, el año pasado se reportaba un
descenso de casi el 4 por ciento sobre el mismo período de 2011), es importante
señalar que la referencia (2012) constituye el peor ejercicio desde que se
iniciara una crisis que ha hecho perder a los reparadores más de un 20 por
ciento de su actividad.
CONEPA diferencia el previsible comportamiento de enero y
febrero frente al registrado en marzo. En los dos primeros meses del año la
evolución de la demanda se compensó: enero marcó un comienzo de año
sensiblemente mejor que en 2012, con una subida de casi el 5 por ciento en la
actividad. En febrero, ésta se contrajo algo más de un 4 por ciento. El cómputo
de los dos primeros meses del año arrojó un resultado positivo de en torno a
seis décimas con respecto a enero-febrero de 2012. La gran sorpresa para los
talleres llegó en marzo, un mes tradicionalmente favorable para el sector de la
reparación y el mantenimiento de automóviles. Quizá por las adelantadas fechas
de celebración de la Semana Santa, que restó días laborables al período
analizado, los talleres reportan una caída superior al 3 por ciento.
La evolución global de la demanda en 2013 resulta similar
en todo el territorio nacional. Tampoco se producen diferencias sustanciales en
cuanto a la trayectoria de las distintas especialidades: Las empresas de
electromecánica continúan siendo las que mejor soportan este difícil momento,
con la excepción de los especialistas centrados en mecánica rápida, mucho más
afectados por los problemas económicos de los consumidores. Se agrava la
situación de los talleres de carrocería que soportan las consecuencias de la crisis de una doble
manera: menos reparaciones por el descenso de la siniestralidad y del número de
pólizas de todo riesgo en el mercado, y grandes presiones por parte de las
compañías de seguros para abaratar los costes de las reparaciones realizadas a
su cuenta. Además, aumentan los plazos de pago de las aseguradoras a los
talleres.
Si en los últimos dos años los talleres se venían
quejando de la multiplicación de presupuestos que no se concretaban en
operaciones, ahora la preocupación de los empresarios del sector aumenta
también por los problemas de cobro. Una vez realizadas las reparaciones, las
empresas del sector se encuentran con presiones de los usuarios para pagar de
manera fraccionada las facturas o retrasar el abono de las mismas.
La economía sumergida en el sector continúa siendo motivo de preocupación, aunque
CONEPA considera que se han conseguido avances tanto por la colaboración de las
Administraciones públicas competentes como por los propios usuarios,
concienciados por la falta de garantías y los riesgos para la seguridad vial.
En este sentido, CONEPA anima a los usuarios a comprobar la existencia de la
placa oficial que deben tener todos los talleres y en la que aparece el número
que avala el preceptivo registro oficial del taller.
a del vehículo.
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