En un momento en el que control del gasto es la frase de moda, las empresas hacen números y centran su mirada en las flotas por ser uno de los capítulos que más pesan en sus cuentas de resultados. De esta forma, en un intento por reducir costes, las compañías apremian a sus empleados a compartir coche, hasta el punto de que el carpooling se ha multiplicado por ocho en el último año y es ya una práctica habitual para el 31% de las empresas, según revela la última edición del Barómetro del Vehículo de Empresa (CVO) promovido por Arval, compañía de renting del Grupo BNP Paribas.
El estudio -realizado entre más de 4.800 gestores de pymes y grandes empresas para determinar las tendencias actuales y futuras del vehículo corporativo- muestra cómo a las compañías no han tenido otra alternativa que reestructurar su flota para recortar la inversión y el gasto en combustible, el cual supone más del 30% del presupuesto destinado a este apartado.
De esta forma, las empresas están optando por dosificar el uso de sus coches de acuerdo a las necesidades reales de sus empleados, siendo el carpooling la fórmula más habitual. Así, a través de un sencillo plan de reservas en el que los vehículos son utilizados bajo demanda previa, las empresas consiguen no sólo un ahorro directo por disminución de su flota, sino también por optimización de trayectos para reuniones y actividades comerciales.
Otra ventaja de esta fórmula es la menor carga psicológica negativa para el empleado, ya que la modernidad de la medida, la ruptura con la rutina habitual y el ahorro medioambiental (reducción de emisiones y consumo de carburante, principalmente) hacen de ella una alternativa de ajuste menos impopular.
Según el director del Informe del Vehículo de Empresa (CVO), Alejandro Madrigal, "si consiguiéramos que sólo el 2% de los conductores hiciera uso del carpooling se ahorrarían diariamente más de dos millones de euros en gasolina y más de 3.500 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera; hablamos de mucho dinero y sobre todo de movilidad y eficiencia".
Los países de cultura mediterránea, más proclives a compartir
Curiosamente, el CVO evidencia que el carpooling está más extendido en los países de cultura mediterránea que, haciendo uso de los grandes tópicos, son más cálidos y proclives a relacionarse que sus fríos vecinos del norte de Europa, por no hablar de que la cuestionable salud de sus economías domésticas invita más al recorte que al gasto.
En una traslación al mundo empresarial y económico, mientras las compañías latinas abanderan el "compartir es ahorrar", las nórdicas, más seguras del equilibrio de sus cuentas, no se muestran tan "solidarias" y optan claramente por la independencia que proporciona el uso individual de su vehículo corporativo.
Cuadro 1. Conducción compartida por países
País | Penetración |
Bélgica | 12% |
Alemania | 18% |
España | 31% |
Francia | 26% |
Grecia | 57% |
Media europea | 34% |
Fuente: Barómetro del Vehículo de Empresa (CVO)
En un análisis más detallado por países, los empleados de las compañías griegas son las más acostumbrados a compartir sus coche de empresa. De hecho, en casi seis de cada diez corporaciones helenas el carpooling se ha convertido ya en "su pan de cada día".
Tras las españolas (31%), las empresas francesas son las europeas que recurren en mayor medida al uso del mismo vehículo para varios empleados (26%), poniendo de manifiesto que la "fraternidad" que figura en el lema oficial de la república no se ha elegido por casualidad.
En el extremo opuesto se encuentran las empresas belgas, que concentran el porcentaje más bajo de implantación de esta medida, con sólo un 12%, lo que las sitúa 22 puntos porcentuales por debajo de la media europea (34%).
La misma tendencia siguen sus vecinas alemanas, que no aparecen como grandes entusiastas de compartir los coches con sus colegas de trabajo. De esta forma, sólo el 18% de ellas reconoce haber puesto en práctica fórmulas de carpooling como base de su filosofía para ahorrar costes.
El Barómetro del Vehículo de Empresa (CVO) es una plataforma fundada en el año 2002 y lanzada en España en 2008 con el objetivo de servir de foro experto e internacional para el intercambio de información entre todos los profesionales de la gestión de flotas de vehículos (responsables de flotas, fabricantes, proveedores del sector...). Actualmente, este barómetro está presente en dieciséis países, estudiando las prácticas actuales y las tendencias de futuro del sector, centrándose en todos los aspectos de movilidad de las empresas.En esta última edición se analizan aspectos tales como la caída de la flota, la presión sobre los costes, la responsabilidad de la toma de decisiones en el control del gasto o la irrupción de la conducción compartida como medida de ahorro.