El 11 de julio de 1899 nació, en un palacio de Turín la Fabbrica Italiana di Automibili Torino, que acabaría convirtiéndose en Fiat.
El impulsor de esta iniciativa, Giovanni Agnelli, reunió a un grupo de ingenieros, aristócratas y emprendedores con el objetivo de crear una empresa de automóviles puramente italiana que ayudase a compensar el retraso industrial del país frente a Francia y Alemania.
En 1902, la visión estratégica de Agnelli le alzó a la presidencia de la compañía, poniendo en marcha su proceso de diversificación y la entrada en mercados como el americano.