DESDE MI ATALAYA
Estoy sumido en una sensación extraña, como si me hubiera
liberado de una atadura de la que no era totalmente consciente. No lo he hecho todo
por obligación, pero durante más de tres años, el último con mayor intensidad,
he estado envuelto en un compromiso que,
en algunas ocasiones, lo he puesto por encima de mis intereses
personales, aunque yo también haya recibido mi cuota de beneficio. Nadie me lo
ha exigido, lo he realizado con gusto y satisfacción, pero lo cierto es que, a
causa de ese ajetreo, hoy y en este momento
he recordado que aún no he escrito el artículo que verá la luz el
próximo domingo 26 de enero en la revista digital TODOMOTOR… No sé por dónde
comenzar, y como suelo entregarlo unos
días antes de su publicación en las redes, compruebo que me queda poco tiempo
para pergeñarlo y no perder la buena costumbre de ser puntual a mi cita quincenal.
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