domingo, 10 de enero de 2016
LA OPINIÓN de José Luis Vilaplana
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NO ES SANCIÓN, ES EDUCACIÓN
Acaba de
empezar el año, un año nuevo que nos haga olvidar lo viejo, lo habitual, lo no
crítico, asumimos, que es bueno lo que conocemos, lo que nos resulta amigable,
rechazando con esto lo novedoso, lo distinto, así que seamos audaces, olvidemos
el Sevilla-Betis, el Madrid y el Barcelona, el PP y el PSOE, a Ciudadanos y a
Podemos, digamos no a todo eso y empecemos algo increíble, algo que nos
divierta, algo que nos haga levantarnos y pedir más.
¿Por qué
hacemos las cosas bien?, porque si no, nos sancionan, los dos últimos artículos
estaban repletos de sanciones, ante cualquier acción y estás en la conducción,
existe sanción, pero, por eso no las cometemos, por la sanción, somos tan
ignorantes, así nos han hecho, ignorantes de la empatía, de la educación, de la
manera no egoísta de ver la circulación, sino lo fuéramos, conduciríamos
respetando a los demás, respetándonos a nosotros mismos, no por la sanción, si
no por la educación.
Educación y
circulación, claro que si, conducimos como somos, no nos respetamos, así de
simple, y a la vez tan complicado, frases como "cuando seas padre comerás
huevo", no es ni más ni menos que el resultado de la falta de educación
desde la misma familia, si esta frase esconde una acción que no debe ser
ejecutada por El Niño, expliquémoslo, preocupémonos, de, con palabras fáciles
hacer entendible el por qué, el cómo, y si tiene que ser un porque no, pues
tendrá que ser, pero también exponer, detallar, sencillo; educar.
Se nos hace
sencillo, negar, no educar, y luego sancionar, a veces sin explicar, que en mi
negociado, se llama motivar, se legisla igual, se favorece generar normativa de
todos los tipos y colores, se detallan el máximo de acciones posibles, se
intenta ir al detalle, ya que es más fácil para luego sancionar tenerlo todo
"casi previsto", no se educa para hacer las cosas bien, con lógica,
con ética, con sentido común, se nos instruye para tener un catálogo de
delitos, pero se investiga más cómo saltarse las normas, que el por qué no
saltarse las normas. De hecho valoramos el que se las salta y no le cogen que
el que simplemente se comporta conforme a la norma, o es que no nos alegramos
del delantero que simula el penalti, o del avispado que encuentra el resquicio
legal para justificar y justificarse que es correcto "vivir fuera de su
país " para dejar de pagar impuestos.
Al ser un
artículo plomazo, y de estricta opinión, querría explicarme, la última reforma
del sistema educativo español fue la 13ª reforma desde 1980 se han aprobado en
España 12 leyes orgánicas sobre educación, incluida la LGE de 1970 que reguló
todo el sistema educativo y se aplicó hasta comienzos de los 80. Siete han
legislado la enseñanza obligatoria y cinco de ellas se hicieron para reformarla;
cuatro han regulado los estudios universitarios, y una, la Formación
Profesional.
Y por qué,
sencillo acabo donde empezaba, a nadie le interesa la educación, esta nos
haría, no más listos ni más tontos, simplemente pensantes, críticos,
respetuosos, amables, tolerantes, y como
no, y como yo mismo PROFUNDAMENTE INGENUO, ya que esto a nadie le interesará
nunca, por muchas razones, pero la esencial es que es más barato emborronar
leyes y artículos de normas que sancionen por saltarse un semáforo o conducir
con exceso de velocidad que explicar, educar e interiorizar en las personas que
esas acciones simplemente perjudican a los demás, “no debería ser bastante”.
Os deseo lo
mejor para este año nuevo, sobre todo que seáis vosotros mismos, y disfrutéis
siéndolo.
sábado, 9 de enero de 2016
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