Los compradores buscan descuentos en torno al 50%
El precio es el factor decisivo para nueve de cada diez compradores
Dicen que la necesidad agudiza el ingenio y por lo que
parece la crisis no es una excepción. Con la tasa de paro rondando el 25%, el
crédito sin llegar y la confianza en sus niveles más bajos, cada vez son más
los automovilistas que caen en la cuenta de que existe una alternativa
inteligente al mercado de nuevos: el de usados. Tal es así que uno de cada tres
conductores (33,6%) asegura haber cambiado el chip en favor de este último,
según el estudio 'Crisis y ocasión' elaborado por AutoScout24 con motivo del
Salón del Vehículo de Ocasión que abre sus puertas el próximo viernes en IFEMA
(ver documento adjunto a pie de página).
El informe de la plataforma de vehículos en la red, que
mueve uno de cada tres coches que se venden en España, despeja también cualquier
duda sobre el motivo de este cambio de percepción al señalar el mejor precio
del VO como la principal causa en nueve de cada diez casos.
Concretamente, la mitad de los encuestados asegura que la
compra de un usado le permitirá ajustar su presupuesto, gastando así menos de
lo previsto, mientras que otro 37,5% reconoce que verá cumplido su sueño al
hacerse con un coche que de otro modo no podría permitirse -con más
equipamiento o de una gama superior-. Sólo el 2,5% de los conductores destaca
que gracias al VO evitaría tener que pedir al banco un crédito que
probablemente tardaría tiempo en llegar.
Coches a mitad de precio
Aunque parece claro que los españoles se interesan por el
mercado de ocasión debido al precio, existen ciertas discrepancias a la hora de
determinar a partir de qué descuento merece la pena decidirse por un usado en
lugar de uno nuevo.
Así, casi la mitad de los compradores (49,6%) señala que
un VO comienza a ser realmente atractivo cuando se mueve en precios entre un
40% y un 60% más baratos, aunque también hay quien (30,3%) estaría dispuesto a
'ceder' un poco más y vería con buenos ojos un segunda mano entre un 20% y un
40% por debajo que uno nuevo.
Caso aparte son los inconformistas (16,8%) que no
renunciarían a la compra de un coche nuevo a no ser que el precio del usado
fuera como mínimo un 60% inferior, así como la minoría (3,4%) que se daría por
satisfecha con pagar simplemente un 20% menos en la compra de su vehículo.
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