La segunda generación del sistema ayuda a prevenir accidentes provocados por un mal uso del pedal del acelerador, ofreciendo así mayor seguridad a los conductores.
Toyota pretende contribuir a que no haya más muertos ni heridos por accidente de tráfico a partir de tres líneas de acción: mejorando la seguridad de los automóviles, desarrollando iniciativas educativas y formativas y realizando actividades dirigidas a mejorar el tráfico.