Las empresas asentadas en España tienen
previsto reducir en cerca de un 2% su flota de vehículos corporativos durante
el presente ejercicio, según recoge la V edición del Barómetro del Vehículo de
Ocasión promovido por Arval, del grupo BNP Paribas.
Este documento pone de manifiesto que los
directivos de las compañías en España tendrán que "hacer malabares"
para adaptar sus flotas al actual contexto económico, que ha experimentado un
recrudecimiento que ha provocado un retraimiento de la confianza de la empresas
que aplazan la renovación de sus automóviles.
El director del Barómetro, Alejandro
Madrigal, explicó que en la actualidad existe un parque de vehículos de
empresas de alrededor de 1,5 millones de unidades y señaló que de este total,
el 30% se encuentra en situación de renting.
En línea con la reducción prevista de las
flotas de empresa, el documento contempla que se estima que la presión sobre
los costes de esta actividad de las empresas aumente un 10% durante el presente
ejercicio, en comparación con el 12% registrado en 2011.
Madrigal señaló que la gestión de las
flotas de vehículos de las empresas representa el tercer coste más importante
de para una compañía y afirmó que el objetivo de reducción de gastos ha llevado
a que el 84% de los altos directivos españoles se implique directamente en las
políticas de control relacionadas con los vehículos corporativos, frente al 63%
de 2011.
De esta forma, los altos directivos han
decidido encargarse personalmente de la actividad de las flotas, debido a la
crisis económica, a pesar de que antes delegaban esta responsabilidad. Así, los
altos mandos comienzan a ver el coche corporativo no tanto como una retribución
en especie, sino como una herramienta de trabajo.
En esta línea, los directivos tienen
previsto incrementar en cuatro puntos porcentuales en 2012 los coches
destinados a fines comerciales, hasta que representen el 60% del total,
mientras que los vehículos de incentivo se rebajarán a la mitad, hasta alcanzar
el 2%del total. 'CAR POOLING'.
Por otro lado, Madrigal indicó que la
difícil situación económica está haciendo a los directivos plantearse nuevas
fórmulas que le permitan ahorrar costes, como el 'car pooling', una iniciativa
por la que los vehículos son utilizados por empleados bajo demanda, mediante un
plan de reservas.
Durante el presente ejercicio se ha
multiplicado por ocho el interés de los directivos por este tipo de fórmulas.
El director del Barómetro apuntó que gracias a los últimos avances
tecnológicos, las medidas de 'car pooling' han dejado de ser una iniciativa
residual para convertirse actualmente en una alternativa clara de ahorro".
Igualmente, el estudio indica que el
vehículo eléctrico "pierde fuelle" frente a los motores de combustión
interna en el campo de los vehículos corporativos, ya que la intención de uso
de este tipo de coches entre las empresas españolas ha pasado del 50% en 2011
al 21% en 2012.
"De las 50.000 matriculaciones de
eléctricos previstas para 2012, únicamente se han matriculado 196 unidades
hasta mayo, lo cual denota una clara falta de demanda real, evidenciando que el
protagonismo que se confirió años atrás a esta nueva tecnología para cubrir las
necesidades básicas de movilidad todavía está por llegar", añadió.
Otra de las conclusiones del Barómetro es
que las grandes compañías optan principalmente por la opción del renting, por
tener una cuota mensual fija y por reducir las tareas administrativas, las
pequeñas y medianas empresas se decantan más por la fórmula de la compra.