No hay duda de que la
tecnología LED ofrece numerosas ventajas: proyecta una luz con una temperatura
de color de 5.300 kelvin, que se aproxima mucho a la luz de día. Con esta
intensidad la vista no se cansa. Además, los LEDs son muy eficientes ya que consumen
muy poca energía: alrededor de un 50% menos que los faros halógenos.