El Land
Rover Discovery Sport remolca un tren de 100 toneladas, sesenta veces su propio
peso y equivalente al peso de un Boeing-757.
La
hazaña, que se ha realizado sobre el puente de 85 pies de altura, demuestra la
impresionante capacidad de remolque del vehículo, con tecnología de conducción
semiautónoma y un potente motor diésel Ingenium 180 CV.