Las principales causas por las que los automóviles no
superaron la ITV fueron los defectos en los sistemas de alumbrado y
señalización (24,2%), el desgaste de los ejes, de los neumáticos y/o de las
suspensiones (22,8% y las irregularidades en los frenos el 15,5%).
El promedio de errores graves era de 1,7 por cada
vehículo, lo que indica que algunos usuarios conducían con más de un problema
que imposibilitaba la conducción en los márgenes de seguridad obligatorios.