El Salón de París 2012 es sin duda un escaparte del presente de la automoción en la actualidad.
La industria del automóvil piensa en términos globales y
aunque la crisis europea penaliza sus resultados, el tirón de los mercados
emergentes impulsa la creatividad. Así, los lanzamientos, tanto de nuevos
modelos como las renovaciones de los que cumplen su ciclo, se mantienen a toda
máquina. Y siguen desarrollándose prototipos innovadores con tecnologías más
limpias para reducir consumos y emisiones.