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sábado, 13 de septiembre de 2014

LA ROTONDA:HISTORIAS AL VOLANTE



Descansado y con el primer café de la mañana, uno se levanta con una predisposición de optimismo, y mientras se dirige al trabajo, solo lo distrae las noticias que ametrallan su cabeza y, como cada día envuelven la cabina del automóvil.

Arrancamos, e instintivamente, abrimos con el mando automático la puerta del aparcamiento. La agenda del día se agolpa en nuestra cabeza, mientras unas gotas de agua resbalan por nuestro parabrisas del coche. Accionamos los “limpias” y adiós gotitas. Vemos con mayor claridad nuestro horizonte más cercano.

El tráfico denso, hace que nos movamos con la misma lentitud de nuestras ideas. Ensimismado, pero pendiente de la conducción, de pronto, “la primera en la frente”, el primer listo de la mañana, cambiando de carril, sin señalar su intención previamente y provocando que tenga que frenar para que pueda ocupar el sitio que mi vehículo ocupaba antes de que “espabilado de turno” se colocara estrategicamente delante de mí.  Intente no agobiarme, y seguí si prestarle mucha atención para no empezar el día “cabreandome” y de mal humor.

Seguí mi camino, casi conduciendo en automático, debido a las mil y una mañanas que mi coche había tomado el mismo camino. Con la agradable temperatura del habitáculo del coche, me sumergí de nuevo en las gestiones que tenía que realizar esa mañana, pero, de nuevo, el “impresentable” que conducía delante de mí, observo que en el trayecto existía un aparcamiento libre, y sin encomendarse a nadie, y por supuesto, si señalar maniobra, dio un volantazo hacía la derecha, y no tuve más remedio que frenar de nuevo bruscamente, a pesar de la distancia de seguridad que nos separaba.

Esta segunda maniobra me puso en sobre aviso y me alejo, de la introversión en la que estaba sumido.

Cada día lo mismo. No era un problema saber o no saber conducir. Volví a desesperarme de nuevo, el "listo", porque hace todo lo posible por poner en marcha todas las malas artes para ponerse en ventaja de los demás conductores que circulan por la misma vía, y el "estólido", por distraído, negligente, y porque cree que  él es el único que circula en ese momento por la carretera.

Estoy seguro que hay una larga lista de "especies y tipo" de conductores, con las que todos nos encontramos cada día, me gustaría que ustedes nos contarán vuestras historias al volante, para poder publicarlas, ya que nos puede ayudar a todos, a unos por sentirnos identificado con el trastorno diario y a otros, para que se vean reflejado en su propia miseria, y podamos abrirle los ojos entre todos, para ver si es posible que puedan aprender de una vez, y dejen de fastidiar y de poner en peligro a los demás.

Cuéntame tus historias al volante. Gracias.


todomotorsevilla@gmail.com