A medida que la gente de toda
Europa se adapta a la "nueva normalidad", muchos están adoptando diferentes medios de
transporte para mantener un distanciamiento social seguro en sus viajes. Con una capacidad
todavía limitada en algunas redes de transporte público, las ciudades han estado reclamando
y reutilizando carreteras para hacerlas más accesibles a los peatones, las bicicletas y los
patinetes electrónicos.