Conducir un automóvil no solamente se trata de subirse a
él, introducir la llave, encenderlo y echarlo a andar. Más bien, significa una
responsabilidad enorme no solamente con los acompañantes de quien conduce sino
con las terceras personas afuera del vehículo.
Algunos de los más grandes
errores al conducir son hablar por teléfono, manejar con influencias del
alcohol, no usar cinturón de seguridad y conducir con sueño, entre otros.