Los principales puntos a tener en cuenta para esta
planificación son los siguientes:
Vigilar el peso
A la hora de ahorrar combustible, no se trata sólo de
pensar en la distancia, sino también en cómo va cargado el vehículo y la forma
de conducirlo. Si llevamos objetos pesados sube el consumo. Por cada 100 kg que
transportemos el consumo aumenta alrededor de medio litro cada 100 Km. Lo
recomendable es antes de iniciar un viaje sacar del coche todo lo que sea
innecesario. Por ejemplo, un cochecito de bebé pesa alrededor de 11,5 kg; y un
monopatín, 1,5 kg. Si no los vamos a usar es mejor dejarlos en casa. Lo mismo
sucede con la rasqueta para el hielo y las cadenas para nieve del invierno
pasado.
Planificar el equipaje
Distribuir el peso del equipaje en el coche mejora la
suavidad durante el viaje y reduce el consumo. Cuando se hacen escapadas de
última hora, muchas veces el equipaje va al tuntún, todo metido en el maletero.
De hecho, los objetos pesados deben ir en la parte inferior del maletero,
perfectamente colocados contra el respaldo de los asientos traseros. Los
objetos más ligeros deben rellenar los huecos alrededor del equipaje pesado, de
la forma más uniforme y compacta posible. Pero mucha atención. Los chalecos de
emergencia y el botiquín deben colocarse en un lugar de fácil acceso.
La baca y el cofre del techo
Una baca cargada reduce la economía de combustible hasta
en un 5%. Alrededor del 25% de cada litro de combustible se destina a superar
la resistencia al viento, así que quita la baca cuando no la vayas a usar.
Los soportes vacíos para esquíes, tablas de «snowboard» y
bicicletas afectan a la aerodinámica, ya que reducen la velocidad y aumentan la
resistencia al aire. No te olvides de quitarlos después de las vacaciones, ya
que malgastan entre un 2 y un 3% de combustible.
Conducir con suavidad
Conducir con suavidad puede mejorar el consumo de combustible
en un 20%. Acelerar gradualmente o mantener una velocidad constante es más
eficiente que acelerar y frenar repetidamente. Además, a mayor velocidad, mayor
consumo.
Frenar de forma efectiva
Cada uso de los frenos significa una pérdida de la energía
generada para mover el coche, así que evita en lo posible las frenadas
innecesarias. Lo mejor es conducir a un ritmo constante y mantener la distancia
con el coche que tienes delante para evitar el uso imprevisto de los frenos. Al
bajar pendientes, usa las marchas para mantener o reducir la velocidad del
coche, en lugar de frenar o poner el punto muerto.
Ciudado con las ventanillas abiertas
Llevar las ventanillas abiertas en la autopista aumenta
la presión del aire en el coche, que actúa como un paracaídas, reduciendo la
velocidad y consumiendo combustible. Lo recomendable es abrir las ventanillas
solo en ciudad. En carretera es mejor las ventanillas abiertas sólo cuando se
circule a menos de 30 km/h; pero a partir de esa velocidad es conveniente
cerrarlas y usar el aire condicionado o el climatizador.
Mantenimiento del coche
El motor del coche debe estar en perfecto estado.Dado que
en viajes de vacaciones se llevan cargas más pesadas, se debe ajustar la
presión de los neumáticos, ya que estos influyen directamente en el consumo de
combustible del coche. Si la presión es menor a la recomendada, el motor tiene
que esforzarse más para hacer girar las ruedas.
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