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ASÍ ROBAN LOS COCHES y ASÍ PUEDES EVITARLO (...o al menos intentarlo)

El robo de automóviles es una lacra silenciosa que cada año afecta a docenas de miles de personas. Las marcas en muchas ocasiones dejan grandes agujeros, los automóviles del extinto grupo VAG (ahora VW, a secas) son un buen ejemplo de ellos; por eso existen por parte de los fabricantes, pero también de empresas de posventa, soluciones como las centralitas para Volkswagen que intentan paliar estos defectos.

Existen algunas marcas de coches muy sensibles a los robos en España. Las del grupo Volkswagen (Skoda, Seat, Audi y la propia Vw), o BMW y, en general, las premium, en este caso en robos por encargo, que son especialmente sensibles a la sustracción.

Los ladrones buscan un equilibrio entre el interés/rédito económico del coche y la facilidad para sustraerlo. Existen también coches, cuanto más caros más sensibles, que son absolutamente objeto de los ladrones; entre ellos, destaca el Toyota Land Cruiser. Sea cual el motivo por el que nos roban un coche (para piezas, para usarlo con fines delictivos como alunizajes, o para venderlo en otro país de manera clandestina), lo cierto es que las prácticas tradicionales se han sofisticado mucho, y en la mayoría de los casos hoy en día securizar un coche implica actuar sobre la parte electrónica, que es a donde se cuelan los ladrones para llevárselo, en muchos casos, sin ni siquiera tener las llaves.

En este vídeo te cuento las claves de cómo nos roban los coches, y también las técnicas más habituales para blindarlos frente a estos modus operandi, bloqueando la capacidad del ladrón, o al menos, dificultando mucho la posibilidad de robo añadiendo un nivel de tiempo de operación y complejidad que les haga desistir en el intento.

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